Te recuerdo, tus risas, tus ojos,
Tus berrinches, tus enojos,
tus juegos y todo.
Dejaste tu mundo en casa.
Tus hijos te reclaman,
porque se sienten solos:
Jesica sigue rebelde,
Francisco no quiere ir a la escuela,
Manuel tiene miedo
cuando lo llevo en bici,
Angi es tan pequeña,
que no para de llorar.
Espero que sigas tan creativa,
tan alegre, que no pierdas
nada mientras creces,
porque eso te va ayudar a vivir.
Y siempre serás mi niña,
por algo nos parecemos tanto.
Simplemente Carmen