jueves, 6 de julio de 2023

Doce años

 

Han pasado doce años,

tuvimos tres gatos,

dos hijos por un rato,

una casa que no es nuestra,

una perra petizona

tres bicicletas y una vértebra rota.

Un pastel, un viaje

 y varios sueños locos,

 tuvimos deudas y las pagamos,

tuvimos mucho,

tuvimos poco,

 tuvimos sexo a nuestro antojo.

Seguiremos juntos,

 quien sabe,

 quizás sí, quizás no,

de una cosa estoy segura

que no sabría decirte adiós.



domingo, 5 de junio de 2022

Historia de un encuentro

 

 Hoy es una tarde de sol en Reconquista, es vísperas del 25 mayo. Con los días de humedad y lluvias en esta zona, veníamos extrañando su calor. Camino unas cuadras por calles y veredas donde los árboles aún lloran sus hojas amarillas. Me acompaña mi perra Frida que no quiso quedarse en casa. Voy acercándome a la casa de doña Olga, y allí me recibe Angelina, viven las dos y se acompañan mutuamente. Con mates y pan casero con chicharrón, comenzamos esta charla, entre las tres vamos hilvanando recuerdos, chistes, comentarios; es difícil seguir el hilo, pero así se va tejiendo la vida. Le pregunto cómo se presentaría para los que no la conocen. Y entonces dice su nombre, Olga, pero tiene otro nombre cortito Edda. Olga Edda Tourn, con sus 88 años se mantiene lúcida y con un humor ácido en algunos momentos, dice que tal vez no quiera decir su edad, porque ya ni se acuerda; no esperaba vivir tanto, y con su marido tenían algunos chistes de como los iban a encontrar muertos. Esto del humor y de no tener filtros no es de ahora, ella dice siempre fui así, un poco sargenta, sonríe mientras cuenta.
 - Y le pregunto: ¿Qué quisiera contar de su niñez? -Ufff fue larga… Y comienza a recordar, su abuelo Tourn vivía en el campo, trabajaba en una finca. El otro día estaba viendo mi árbol genealógico, es enorme. Sus raíces familiares se hunden en tiempos ancestrales, de culturas piamontesas e inglesas, hacen un puente en esta tierra, y ella recuerda a su abuelo Rivoira, que allá, en Alejandra, entonces un pueblito, tenía una estancia y una tienda de ramos generales. En el tiempo de cosecha los peones se sentaban a comer en una mesa grande en el patio de su casa bajo un parral, allí hablaban. 
-Y a mí me gustaba escuchar -dice doña Olga-, siempre me gusto escuchar lo que las personas decían, y sobre todo lo que decía mi abuelo. Los días de lluvia me sentaba a su lado para escuchar sus historias, cosa que a mi hermana Miriam no le gustaba, ella disparaba. Y vuelve a sonreír, mientras cuenta. De esta manera, Olga escuchó las primeras noticias de la segunda guerra mundial, y recuerda como esto, a pesar de ser una niña, le angustió tanto que su madre la tranquilizaba diciendo que debía pedir a Dios para que esto no afectara a su familia. Ella se preocupaba entonces por su padre y por sus tíos. 
- ¿Y su familia participaba en la iglesia? -Le pregunto 
-Mi abuelo nunca faltaba los domingos a un culto, pero la que me enseñó a orar fue mi mamá. Primero el padrenuestro, y me explicaba las palabras, aunque después yo le agregaba las mías, sobre todo en esos momentos de angustia. Éramos cuatro hermanos y uno de ellos sigue en Alejandra. Parte de mi familia materna estaba allí y parte en Buenos Aires. 
- ¿Y cuando llegó a vivir a Reconquista?
 Primero estudié la primaria en Alejandra, y después vine a estudiar la secundaria acá en Reconquista, para ser maestra, pero no me hallaba, primer año nomás hice. Antes las familias eran grandes, vivíamos todos juntos. Mi abuelo Tourn era de Esquina, Corrientes, y sabía hacer de todo, era herrero, carpintero, hacía monturas forradas en cueros, livianitas. Todas hechas a mano, eran hermosas, y su oficio les enseñaba a sus hijos. Yo tengo una historia interminable. -Asiste y sonríe, siempre sonríe y sigue con sus recuerdos:
 -Siempre la casa de mi abuelo llena de peones, sobre todo en el tiempo de cosecha. Hectáreas y hectáreas de agricultura. Me acuerdo que iba detrás de la casa y le pedía a Dios que no llevara a mi familia a la guerra, era triste, yo era chica, pero me daba cuenta. En esa época había muchos ‘crotos’ que iban y venían a pedir trabajo. A mí me gustaba ver como cocinaban cerca del fogón, en una lata, pero mi mamá me llamaba. Viví mucho tiempo de Margarita. Después me casé con un maestro, lo conocí en un baile, a los 14 años. Tiempo después lo volví a encontrar en otro baile, pero no salimos inmediatamente porque yo me hacía que no lo quería. Después nos casamos y nos fuimos a vivir en el campo, en una colonia: La María. En esa colonia las personas se dedicaban a las tareas de la estancia, el papá de Angelina era capataz de la estancia, y había muchísimas personas, también había cazadores de nutrias porque vendían sus cueros. La escuela tenía cien alumnos, y un solo maestro-director, ahora si son pocos. Tengo historias para contar que podría estar tres días. -No dudo que sea así, además entre mate y mate se podría estar tranquilamente charlando con doña Olga. Ella tuvo tres hijos varones: Carlos, Luis Cesar y Dardo, y en la conversación recuerda cómo se portaban de niños y alguna que otra pelea-
-Ellos siempre estaban atrás de mí. Y yo por las noches cocía, mientras ellos dormían o cuando eran más grandes estudiaban, así los vigilaba. Cuando los niños fueron más grandes y tenían que ir a la escuela nos mudamos a Alejandra. Allí vivimos nueve años. Después cuando crecieron, Carlos fue a la escuela técnica de Helvecia. Richieri, mi esposo, siempre pensó en sus hijos, y pudo conseguir el traslado a Reconquista para que pueda estudiar. Angelina asiste. En marzo cumplimos cincuenta años viviendo acá, vinimos en 1969.
 - ¿Y qué recuerdos tiene de la iglesia en ese entonces? 
Cuando me mude a Alejandra estaba contenta porque podía ir a mi iglesia. Mi marido, aunque no iba, me ayudaba para que los chicos fueran y los obligaba para que vayan a la iglesia. Yo de chiquita quería orar, mi mamá me explicaba las cuestiones de la fe. Siempre fui emprendida en la fe. Siempre participe: iba el Sínodo y a los presbiterios, cuando nadie quería ir, yo dejaba todo e iba. Acá en la iglesia no había liga femenina pero siempre había mujeres que estábamos haciendo cosas. En Alejandra sí, ahí fui presidenta de la liga femenina, yo las sargenteaba.
 - ¿Y qué tareas realizaba dentro de la iglesia? 
-Yo enseñaba costura en el barrio. Muchas mujeres de allí saben coser porque yo les enseñe. Hacíamos dulce para vender; eran famosos, la gente averigua de donde eran y nos compraba. Sobre todo, los dulces de mamón. Después no hubo más mamón, no sé qué pasó con el clima y las plantas que en un invierno se helaron, nunca más salieron. Yo me hacía llevar por el Citroën de la iglesia, que manejaba Nelly. A veces no les tenía mucha paciencia a las mujeres, sobre todo cuando íbamos llegando y de lejos olíamos que casi se quemaba el dulce. Y un día recuerdo que Don Ramírez me trajo en carreta, porque no fueron a buscar. -Y continua su relato. – 
-Peleábamos con los pastores que no nos querían llevar hasta el barrio, porque era nuestra tarea. No importaba que pastor estuviera, nosotras siempre hacíamos nuestra tarea. (Ella habla en plural porque la incluye a Angelina) 
- ¿Qué la motivaba a seguir estando dentro de la iglesia, a hacer esa tarea en el barrio? 
-Era un respaldo para mí, me hacía sentir que estaba más cerca de Dios. Por eso me gusta cuando hacen las celebraciones acá en casa. Me pone tan feliz. Ya se hicieron dos celebraciones en mi casa- Doña Olga dice eso porque desde su operación de cadera no se puede mover de su casa-. 
- ¿Quiere agregar algo más, le gustaría decir algo a las personas que la van a leer? -
 Yo no sé qué decir, tampoco me quiero hacer de la sabionda. -Dice Doña Olga. Ella realizaba los cultos y tiene todavía guardado un cuaderno que atestiguan sus predicaciones, afirma que le da lástima tirarlo, le respondo que eso forma parte de la historia de la comunidad de Reconquista. 
 
Entre mate y mate se fue haciendo de noche, me despedí y recorrí las calles junto a mi perrita Frida. Mientras seguía rumiando la entrevista pensaba que cuando me ofrecieron hacer esta sección a alguien de Reconquista, lo pensé un poco pero no podía dejar pasar esta oportunidad para reconocer en Doña Olga su trayectoria, sus esfuerzos en mantener a una comunidad ofreciendo los dones. Ella una mujer fuerte, alegre, y frontal, es una de las protagonistas de la iglesia doméstica que, guiadas por su fe, sale al encuentro de los otros. 
Carmen Alegre 
Entrevista publicada en Pagina Valdense junio de 2019

sábado, 4 de septiembre de 2021

Diosas, brujas y vampiresas, el miedo visceral del hombre a la mujer

Así se titula el libro de Susana Castellanos de Zubiría, libro de Editorial Norma, que para el/la que les guste la literatura y sobre todo la mitología está es una buena opción. En el encontrará abundantes seres mitológicos femeninos que se irán degradando con el paso del tiempo desde las diosas madres a las vampiresas del siglo XIX. La teoría de la autora se basa en que estas imagines representan el misterio, la atracción, la seducción y sobre todo el miedo del hombre a ese par tan diferente y a la vez tan difícil de dominar. Quizás una crítica sería que su sistema binario: masculino-femenino, hombre-mujer, dios-diosa, héroe-princesa, racional-emocional que es la que más se encuentra en la literatura no refleja la riqueza de lo que hoy entendemos por género, el mismo hombre es una creación que cambia. Pero el mérito del libro es rescatar de la mitología figuras femeninas y nos ayuda a entender el porqué de esa degradación que traspasó fronteras culturales, siempre a estas figuras había que ponerles límites, dominar o de última destruirla. Otro aporte es la variedad de autores con sus narraciones que nos atrapan sobre todo al que le gusta un poco el terror, y que además ilustran los estereotipos de mujer que se van estableciendo en la sociedad. Además, este libro se encuentra en las librerías en oferta así que aproveche y disfrute, totalmente recomendado.

domingo, 1 de agosto de 2021

Carta

 

Y el sol, siempre saldrá, mientras que a alguien le queden ganas de amar...

Aznar / Lebón - El Tiempo es Veloz

 

    En estos días te escribo por algo muy importante: si podes revisar si te llevaste el sol en el bolsillo de la mochila, porque hoy tampoco salió, seguro que te está con vos, porque te olvidaste tu gorra y ahora te estará quemando. Porque es como una ley establecida que  cuando uno se olvida el paraguas, llueve;  y si se olvida la gorra sale el sol.  Y conociéndote que si no te olvidas algo no serías vos.

   Por acá no hay novedades, sólo cuentas que pagar, le dije al cobrador que yo soy tu amor cómo me dijiste, pero dijo que con amor no se paga las cuentas. De más está decir que extraño tus palabras, la casa está muy callada,  hasta le di vacaciones a tus programas de radio para no estar peleándome con el locutor como si fueras a vos. Tengo mucho tiempo para dormir pero ahora me falta sueño, quizás me falta un poco tu presencia para que me molestes un poco, sólo un poco. Ya sé que me vas a decir que falta poco para que estemos juntos, bueno, pero eso no quiere decir que te extrañe en estos días sin vos.

  Mientras tanto vos espérame donde estés que yo te busco y te estoy amando. Segura ahora que el sol saldrá por nuestras ganas de amar,  me despido hasta pronto.

Simplemente Carmen


viernes, 2 de julio de 2021

Momentos

 

Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba,
estaba a la mesa reclinado en el pecho de Jesús.
Juan 13:23
 
Así me gustaría estar siempre
apoyado en tu hombro,  
recostado en tu pecho, 
que tu barba toque frente,
que escuche atentamente,
las palabras de tu boca,
y los sonidos de tu corazón.
Quisiera que este instante,  
dure por siempre.
Pero es un breve descanso,
en tu apasionada tarea.
Sigue hablando para todos
pero te escucho para mí.
En este momento de crisis,
en donde los odios se unen
donde un corazón agitado,   
habla de traiciones.
Quiero que sientas mi apoyo
como mi cabeza en tu hombro,
Que sientas mi amor sin traiciones
Y que voy a estar con vos
hasta el último suspiro,
Nuestro amor vence la muerte,
cuenta siempre conmigo.
Estas palabras son para vos,
de tu compañero de camino
no necesito decir mi nombre,
tu sabes que soy tu discípulo
que tú amas.  






martes, 29 de junio de 2021

Este invierno

Este invierno es más invierno,
este invierno es más triste,
este invierno hay ausencias que duelen,
hay despedidas que no se realizan.
Este invierno el frío cala los huesos,
y toda esta lejanía cala el alma.
Este invierno la lluvia
cae con más fuerza,
 pero la lluvia de los ojos
se siente en los cuerpos.
Este invierno es más invierno
con esta maldita pandemia,
 noticias tristes llegan
como un río desbordado
y sentimos que las palabras
son sólo eso palabras vacías,
 que todo es más pesado.
Esperamos con ansia
que llegue la primavera,
que termine esta pandemia.
Que volvamos a reunirnos,
que volvamos a abrazarnos,
reíamos y lloremos juntos
y recordemos a los que se fueron
con sus luchas y sonrisas,
 que podamos decirles; adiós
llevarles una flor
 recordarlos en nuestro corazón
y sobre todo que honremos su vida,
agradecerles que estuvieron presentes,
y cantarles hermosa una canción.

Simplemente Carmen


 

miércoles, 23 de junio de 2021

Esta E tan molesta

 

La E de elefante,

la E tan elegante,

la vocal de estrella,

sin ella no se escribe bella.

Pero a veces molesta

y Rae no la acepta.

¿Por qué tanta polémica?

¿Por qué no se acepta tu presencia?

Hay palabras que han venido de viaje,

con su acento ingles e importado

y son usadas sin ninguna objeción,

pero esta vocal es una excepción.

Es una E tan molesta

que te culpan de deformar el español

como si estuviéramos

hablando como El quijote

idioma que Cervantes

con su pluma inmortalizó.

Esta E tan molesta,

es solo una moda

no es inclusión

gritan muchos desde su teclado

sentados en un sillón.

Hay que aprender

el lenguaje a señas,

dicen otres sin razón

porque son bienvenidos

sí lo hacen de corazón.

Esta E no es obligatoria,

Pero molesta a muchos

Tal vez porque desnuda

nuestro lenguaje,

y su intención,

que nada cambie,

y que el todos,

es masculino, 

machito y varón,

no hace falta decir todas,

y menos todes, por favor.

Esta E tan molesta, 

y visualiza a quienes

no se tenía en cuenta:

Y si algunos les molesta,

esos versos son para ustedes: 

quienes la aceptan:

mis amigues y compañeres.  

Simplemente Carmen

 

 

 

Doce años

  Han pasado doce años, tuvimos tres gatos, dos hijos por un rato, una casa que no es nuestra, una perra petizona tres bicicletas y ...