Soy un cuerpo

Soy un cuerpo que canta,
soy un cuerpo que baila,
soy un cuerpo que ríe,
soy un cuerpo que llora.

Soy un cuerpo que sueña,
soy un cuerpo que lucha,
soy un cuerpo que habla,
soy un cuerpo que vive.

Soy un cuerpo que desea, 
soy un cuerpo que piensa.
Soy un cuerpo que hace,
soy un cuerpo humano.

Soy un cuerpo
pero no estoy en venta, 
no me puedes comprar,
no puedes vender.

Puedo ser el cuerpo de tu madre, 
puedo ser tu hija,
puedo ser tu hermana,
puedo ser esposa.

Puedo ser cualquiera.
puedo ser todas, 
no maltrates mi cuerpo,
no arruines mis sueños.

No estoy en venta,
ni mi risa, ni mi llanto,
ni mi lucha, ni deseo,
ni mis caricias, 
ni mi cuerpo. 

Sin clientes no hay trata, 
sin machismo no hay muerte. 

Simplemente Carmen

Palabras de despedida

  Para la mayoría de las personas el 17 de septiembre es un día más, para mí fue un día de despedida. Era el último día que escuche tu voz, de lo que estoy segura es que de ser hoy la conversación sería más larga. Te contaría que cuido tu planta de azúcar que ha dado muchas flores esta primavera,que he llorado por más que has dicho que no pero también he reído al recordarte,  que sigo siendo cabeza dura quizás en eso nos parecemos.  Hoy recuerdo momentos que fueron eternos, tu abrazo cuando me fui a vivir sola, llevando mis libros, mi compu y una gata que después vino a hacerme compañía.   Te fuiste cuando más te necesitaba quizás porque podíamos hablar de mujer a mujer, respetándonos en nuestras diferencias, pero ante todo queriéndonos mutuamente. 
  Dicen que el tiempo cura las heridas pero no es del todo cierto uno aprende a vivir con ellas, y yo tendré que aprender a extrañarte, pero así sigo en la vida, y voy dando mis señales,  defendiendo mis amores, sacando sonrisas, poniendo música a mis sueños, por eso estas  no son palabras de despedida sino hasta que volvamos a vernos,  nos abracemos mi querida mamá.

                                                                                                Carmen

Las palabras

Me di cuenta que me cuesta escribir, la hoja en blanco es un desafío, quizás la distancia me pesa. Parte de mí ha quedado allá, mi barrio con mi gente pero si regreso no es igual a mi recuerdo. Vivo en un exilio a una tierra de sueños.

Tanta esa necesidad de poner palabras, que hoy amanecí con dolor de garganta, un dolor intenso y molesto. Son las palabras  que no pude decir, esas que se alborotan en mi garganta como queriendo parirlas.  Ahora nacerán a destiempo, como vomito como algo deforme.  Tal vez fue por nuestra despedida, sin palabras, sin preguntas, sin respuestas, y ahora ya no estas para escucharlas  pero yo debo ser el duelo de las palabras que no nacieron.

Por eso, las escribo para que esa hoja ya no esté en blanco sino que salgan de mí y viajen lejos vuelvan con otro perfume y quizás con tu respuesta. 

Simplemente Carmen

                                                        Las letras                                      foto Carmen

Niño de la playa

Aylan Kurdi y Galip Kurdi,

niños sirios de tres y cinco años,

murieron en Bodrum, intentando huir de la guerra

Niño, niñito de la playa no sabes cuanto dolor
siento al ver tu cuerpo traído por las olas.
Hubiese querido verte sonreír,
verte jugar al fútbol con tu hermano,
verte con la vida que te arrebataron.
No quiero verte como un ángel
prefería verte acá en la tierra.
Que manos tenebrosas te separaron de tu madre,
que personas ganan con una guerra asesina.
Tu sangre y la de tu familia claman desde las profundidades,
porque es la voz de los inocentes que no puede ser callada.
Y yo tan lejos, ya nada puedo hacer por tí,
te levantaría y acunara entre mis brazos,
pero ya no tienes frío, ni hambre, ni sueño.
Pero puedo exigir junto con otras,
que se termine la guerra en tus tierras,
que se eliminen las fronteras,
porque todo ser humano tiene derecho
a buscar una mejor vida y no morir en el intento.
Mientras tanto, acá en mi lugar,
hay muchos Aylan que necesitan una mano,
en ellos veré tu sonrisa
para que tu recuerdo no se olvide en esta tierra.

Simplemente Carmen

Aylan Kurdi

En el día del inmigrante, ningún ser humano es ilegal