Me despido por este año de mi blog,
será por un tiempo hasta que las musas vuelvan a volar.
Un año atípico,
un año con pocas musas.
Un año más que voy caminado,
entre sueño y realidad,
donde me caigo,
entre luces y sombras.
Donde hay manos que me ayudan,
donde las sonrisas me rescatan.
Sigo caminando,
entre la humanidad y divinidad,
así de misteriosa es la vida.
Sigo caminando pero no sola,
me acompañan, me abrazan,
y me miman.
Nos caemos, nos levantamos,
nos miramos frente a frente.
Y algún día entre espinos,
nacerá la flor de una nueva sociedad.
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