lunes, 28 de diciembre de 2015

Mi casa de puerta abierta

Mi puerta estará siempre abierta, para los amigos/as que vengan, para los que traen sonrisas, para los que cantan con el corazón, para las manos que ayudan, para los que creen en el amor.

Con ellos formaremos una familia, una familia sin lazos de sangre y poder, sino de hermanos y de compañeros de caminata, que se ven a los ojos, que se hablan con al mirada y se funden en un abrazo.

Con ellos se multiplicará las sonrisas, se cantará canciones, se repararán corazones rotos, se secarán la lagrimas, se compartirá la mesa, retomará la fuerza el desvalido, se construirá un pedacito de cielo, de a poquito con paciencia impaciente se hará realidad un sueño.

Mi casa será así: una casa pequeña de gente de corazón grande, gente que sabe disfrutar de los pequeños regalos de la vida, será una casa con la puerta abierta.
Simplemente Carmen

                               La Puerta         foto: Carmen


jueves, 24 de diciembre de 2015

Si hubiese nacido niña

Si Jesús hubiese sido una niña, si esa noche en Belén,
hace un tiempo sin año, José hubiera gritado: "¡Niña!"
Primero, no se hubiese llamado Jesús
sino Raquel, Ana, Sara, u otro nombre,
nombre de una mujer importante en la historia.

Pero quizás no hubiese podido llevar a cabo su misión,
o sí pero nadie lo sabría porque ¿a quien le importa lo que hace una mujer?
En las bodas, allá en Caná, estaría entre las que sirven
y se hubiera dado cuenta que falta vino
pero nada podría hacer,
por más que lo dijera, ninguno movería un dedo para traer agua,
más todavía ese trabajo de esclavos.

No podría hablar en público, según la costumbre judía,
y menos enseñar,  nada de llamarse "maestra".
De este modo, nunca hubiesen existido esos bonitos sermones por él compartidos,
ese, el de una mujer que busca una moneda o aquella otra, la que leuda la masa,
quien escucharía, esas son cosas de la casa.

Seguramente muchas mujeres cuidaban y curaban a sus enfermos
pero no eran reconocidas por falta de prensa.
Menos, pensar que un varón le hubiese venido a decir "te seguiré",
porque a una mujer solo la siguen cuando dice: "¡A comer!"
o cuando van a la cama, nada de otras cosas.

Sin embargo, siendo Jesús pudo llevar a cabo lo que conocemos,
pero a su vez, nos mostró otra manera de ser varón,
y que no todos los hombres son iguales.
Porque él no solo habló con la mujer extranjera
sino que también dialogó con ella cuestiones teológicas,
que en aquel tiempo era como discutir sobre política.
Y en ese momento, en ese lugar,
cambio de opinión cuando otra mujer,
también extranjera, le contesto.
Además, bendijo a los niños, cosas de mujeres,
se dejó abrazar y  se conmovió con ellas,
cuando una,  no sabemos su nombre, lo ungió.
Incluso, sus compañeros varones no comprendian sus actitudes ni su misión,
hasta en algún momento, también cocinó para sus amigos.

Y fueron las mujeres las que  lo siguieron  hasta la cruz,
fueron las primeras que dieron testimonios de su resurrección,
y sus discípulos, al oírlas, la llamaron locas.

La cuestión no es si Jesús fue varón o mujer,
no es problema el género,
sino que ser varón no es sinónimo de dominio y de poder,
él mismo fue servidor de todos y todas.
Entonces, no importa preguntarse porque Jesús nació varón
sino transformar la sociedad,
para que no haya ninguna opresión ni social ni de género,
luchando para deshacer todo tipo de barreras y desigualdad,
para que todos y todas tengan vida
y vida en abundancia.
Todavía nos queda mucho por hacer.
Amen sin tilde.

Simplemente Carmen
                                            Pateando el pesebre                         foto Carmen

sábado, 19 de diciembre de 2015

Mi querida amiga

En los Hijos de los días, rememorando a dos grandes futbolistas, y a la hazaña de Uruguay en el Maracaná, Galeano preguntó a Oddulio:
-¿Te ves con Zizinho?
- Sí. De vez en cuando cierro los ojos y nos vemos.[i]

Así como nos vemos, rememoramos y con nuestros queridos rivales, también nos encontramos con nuestros queridos amores que ya no están.
Yo cierro los ojos y me encuentro con mi mamá, ella está sentada, remendando una ropa su zurcido parece un vals en sus manos, el sol de la tarde le da en la cara y hace que sus cabellos sean más claros, los cuales caen sobre sus hombros. Tiene sus antejos que se le caen en la punta de su pequeña nariz. A ella le pido consejos, me escucha y me tranquiliza, a veces se ríe con una carcajada que me hace estremecer el corazón. Ella desde ahora dejo de ser mi madre para ser mi amiga. No nos despedimos porque siempre está allí, cuando cierro los ojos.
Simplemente Carmen
Foto familiar




[i]Galeano, Eduardo, Los Hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012, pág. 228

lunes, 7 de diciembre de 2015

Me gustan las mujeres

A mis amigas,
a mis compañeras,
a mis hermanas, 
a las que no se dan por vencida.

Me gustan las mujeres que no miran de costado la vida,
sino las que viven intensamente.
Que toman sus riesgos; si les sale bien, ríen sin soberbia,
y si les sale mal, se levantan, saben que lo hicieron con el corazón.

Me gustan las mujeres que cantan aunque desafinen,
pero que cantan desde sus entrañas.
Me gustan las que luchan por alcanzar sus sueños,
aunque sean imposibles, vuelan hacia ellos como mariposas.

Pero más me gustan las que se solidarizan con sus compañeras,
y no las que dan limosna.
Las mujeres que preparan a otras mujeres para la vida,  
no siendo princesas sino guerreras.

Esas que dan ternura cuando pasan,
esas que siempre quedan en el recuerdo por más que no estén.
Como ellas quiero ser un poco, con esa fragilidad y esa fuerza,
como ellas, que admiro y quiero.
Simplemente Carmen
                           La sonrisa de Nora                        Foto carmen 24/03/14

martes, 1 de diciembre de 2015

Juego entre la vida y la muerte

Juego con la muerte cuando dejo de soñar,
cuando me rindo al desánimo.
Juego cuando no tengo voz para cantar,
no sólo eso cuando me quedo en silencio 
Juego con la muerte cuando no dejo a luz entrar, 
cuando sólo hay oscuridad.
Cuando dejo que la tristeza cante jaque,
y cuando me cuesta reaccionar.
Pero aún ahí, en el pozo más profundo,
una pequeña luz comienza a brillar,
sea el amor a la vida que me rescata,
será el orgullo de otras batallas ganadas,
será tu mano que me levanta,
será mi fe que me empuja a seguir,
será todo eso, será nada,
pero no me rindo, me levanto,
me sacudo las lágrimas y sigo adelante,
entonces la vida le gana a la muerte. 
                                               Simplemente Carmen

La flor de cactus                       foto: Carmen

Doce años

  Han pasado doce años, tuvimos tres gatos, dos hijos por un rato, una casa que no es nuestra, una perra petizona tres bicicletas y ...