domingo, 25 de marzo de 2018

Historia de un encuentro

"Todas las penas pueden soportarse
 si podemos hacer una historia
 o contamos una historia sobre ellas." Isak Dinesen


Parecía que ese día tocaba el cielo con las manos. 
Si en ese momento me encontraban 
se darían cuenta que no caminaba, volaba.
Por fin, los iba a conocer con poca información
pero con mucha ilusión,
Después iba pagar caro mi error, 
porque el Estado no perdona.
No puede haber vinculación sin historia.
No puede haber un encuentro sin memoria.
No se pueden cerrar heridas mágicamente, 
cuando las heridas son desamor y violencia. 
No puede haber confianza si se los trata como objetos, 
esto yo no lo sabía, lo iba a aprender, 
así como me los dieron, así me los sacaron. 
Pero me estoy adelantando en la historia
en ese momento nada me sacaba la sonrisa,  
en ese momento no caminaba, volaba.
El miedo estaba presente pero lo enfrentaba 
porque mis sueños eran más grande que mis miedos.
Cuando los vi, tan pequeños, tan frágiles, quise abrazarlos, 
pero ellos no me conocían, ni sabían cuanto los esperé, 
cuanto luche por ellos, cuantas veces los imaginé, 
en ese momento estaban presentes, 
y haría todo lo posible para ser su mamá.
Así comenzó mi historia de encuentros  y desencuentros.
Simplemente Carmen
Navidad en casa

sábado, 17 de marzo de 2018

Lo que me queda

Lo que me queda es andar mi camino.
Curar mis heridas, el uno con el otro.
Gracias a la vida puedo contar con tu mano.

Lo que me queda es andar mi camino
pensando que mañana puede ser mejor.
Es una bendición estar a tu lado.

Lo que me queda es recuperar la sonrisa,
compartir la vida,
y esta brisa suave que acaricia nuestro rostro.

Lo que me queda es andar mi camino,
compartiendo este atardecer;
donde las luces y las sombras se mezclan
pero aún se puede ver el camino.

Lo que me queda es andar;  pero no estoy sola
cuento conmigo misma, y soy la que quiero ser;
con vos comparto el camino,
y contamos con un Dios compañero.

Lo que me queda es mirar para adelante,
con coraje y sin ingenuidad, construyendo nuevos sueños,
nuestra casita blanca con el cielo estrellado,
Lo que queda somos vos , yo y nuestro amor.
Simplemente Carmen
Atardecer y camino

viernes, 9 de marzo de 2018

Motivos para tener un hijo


Las palabras curan,curan el alma, curan la heridas. 
Las palabras sanan. Y en frente este dolor quiero empezar a pensar  los motivos que me llevaron  para querer tener un hijo.
Primero,  no fue un motivo económico: un hijo no es una jubilación, no es para que ellos te cuiden. Me considero responsable de mi propia vida, y mientras pueda de mi persona.
No fue por miedo a la soledad: porque la soledad y yo nos llevamos bien, a veces yo la busco y otras ella me encuentra.
No fue un  faltante, ni la genética, ni el Estado me dieron hijos. Y yo sigo entera, no soy mitad mujer, ni en segundo lugar.
No quería un hijo a cualquier precio. Siempre pensé en la responsabilidad del mañana y que tendré una persona distinta a mí, a la cual le tengo que explicar su origen. Y como explicar, te compré,te busque y no sé cual es tu historia, por ahí naciste en un laboratorio, alquile a tu madre.
Todo lo que haga está marcado. Y a la vez estoy convencida que el vínculo de madre se construye, no es algo dado por la génetica.
Otra de las razones es que yo no queria tener un hijo sola, sé lo que es tener un padre ausente, sé lo que se sufre. Pero el compañero que elegí era el mejor para mi y para nuestro hijo.
Yo quería tener un hijo no para que nos acompañe sino para que lo acompañarlo en este trayecto llamado  vida. Era un regalo sin pedir nada a cambio. Es el amor que se quiere multiplicar en más amor.
 Simplemente Carmen

jueves, 8 de marzo de 2018

Sororidad

Hoy es un concepto que suena en la redes sociales, proviene de pensadoras que realizaron su aporte al movimiento feminista. Soro proviene de la palabra hemana y busca un pacto, una unión de mujres más allá de las clases sociales, así lo establecia Kate Millet. Busca que las mujeres en distintos contextos dejen su rivalidad impuesta por patriarcado. La antropologa Marcela Lagar afinó este concepto para hablar de una amistad entre mujeres que se convierten en complices para trabajar juntas. Somos,  afirma,  dadoras de empatía y receptoras de hermandad.
Por mi parte,  en este norteargentino como en muchos lugares la violencia es un eje que atañe a todas: mujeres y niñas, que van desde el maltrato hasta el feminicidio. Pero desde mi pobre experiencia digo que no tengo sororidad con una empresaria que explota a familias inmigrantes en su taller clandestino. No tengo sororidad con una jueza que por más sea mujer piensa que a las niñas se la toca con cariño en un contexto de abuso. No tengo que ver con gobernante que cierra escuelas y despide a una docente que protestó, la docente embarazada.
Hoy hay una tendencia de idealizar el pasado, donde todas eras brujas y sabias, compatiendo sus saberes y unidas a la naturaleza, no niego que las haya habido, muchas de ellas pagaron con su vida la osadía de pensar diferente. Pero también el pasado nos muestra como en ese mismo momento la mujer era moneda de intercambio a través de casamientos. Además de imponerle la castidad como una objeto de mercancia. La mujer en la historia era y sigue siendo botín de guerra. Es una falacia pensar que el pasado fue mejor, pero se aprende de él.  Aún en el Imperio Romano había una diferencia entrre la señora y la esclava.
En conclusión: no es que no este de acuerdo con el concepto pero no hay sororidad sino hay conciencia y sin lucha de clases, sino este concepto se vuelve vacío y una fantasia.
Yo eligo marchar con mi clase. 
Simplemente Carmen

Doce años

  Han pasado doce años, tuvimos tres gatos, dos hijos por un rato, una casa que no es nuestra, una perra petizona tres bicicletas y ...