martes, 17 de junio de 2014

Las hermanas Mirabal: Tres mariposas contra una dictadura

El asesinato de las tres hermanas, el 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se encontraron en el fondo de un acantilado. Aquel acontecimiento, que fue vendido a la prensa como un trágico accidente por Rafael Leónidas Trujillo, el dictador dominicano que dio la orden de acabar con ellas, contribuyó a despertar la conciencia entre la población, que culminó, seis meses después, con el asesinato del caudillo.


Antecedentes:  El 10 de enero de 1960, jóvenes de clase media, seminaristas, obreros, campesinos, profesionales y estudiantes celebraron una Asamblea Nacional en una finca propiedad de Charlie Bogaert, donde dejan constituido el denominado Movimiento Revolucionario 14 de Junio, inspirado en el ejemplo y en el programa de los guerrilleros de 1959. Bajo el liderazgo del abogado Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), el esposo de Minerva Mirabal, y se plantean como objetivo derrocar la tiranía mediante la lucha armada.
Pero muy pronto fueron detectados  al servicio de la tiranía, como muy bien explica Rafael Chaljub Mejía en su libro “La Guerrilla del Decoro”, cuando señala que el movimiento ni siquiera pudo poner a prueba su capacidad operativa.
“…diez días después de la asamblea de Mao, comenzaron las detenciones en masa, con su trágica e inevitable secuela de torturas, asesinatos y desapariciones a que usualmente recurría el régimen ante hechos como ese”, dice el autor. Las cárceles se llenaron de presos políticos de diversas partes del país. Sin embargo, “el descubrimiento del complot sirvió para demostrar cuán extendido era el sentimiento antitrujillista”, dice Chaljub Mejía.
Entre los primeros apresados figuran, además de Manolo y Minerva, los esposos de María Teresa y Patria, el ingeniero Leandro Guzmán y el hacendado Pedro González.
También fue apresada María Teresa, a quien oficiales desnudaron delante de todos, como una forma de humillarla. Un veterano de aquella época, Rafael -Fafa- Taveras relata cómo la más joven de las “mariposas” se mantuvo incólume pese a los insultos y la tortura física, “las descargas eléctricas sobre los senos hacían mover su cuerpo, pero sus labios no se abrieron con una queja”. Semanas después de aquella orgía de sangre y dolor, las mujeres fueron liberadas, pero sus esposos fueron condenados a 30 años de cárcel. Se le permitía una visita a la semana, los viernes. Pese a la advertencia de varias amigos de que se cuidaran, Patria, Minerva y María Teresa hacían el viaje todas las semanas a ver a sus esposos y a los otros compañeros de lucha allí prisioneros. El peligro era evidente, pero ellas preferían desafiarlo antes que dejarse doblegar por el miedo.



Las Protagonistas: Patria, Minerva y María Teresa, así se llamaban las hermanas, nacieron y crecieron en el seno de una familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el municipio más importante de la provincia que se rebautizó más tarde, y en honor a ellas, con el nombre de Hermanas Mirabal. Estas mujeres, que habían mostrado un interés muy temprano por los estudios, dedicaron gran parte de su corta vida a luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras que tenía Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como «El Jefe», «El Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición desmedida por las condecoraciones.
A causa de su persistente actividad rebelde, fueron encarceladas y torturadas, a pesar de los cual decidieron continuar luchando para acabar con la dictadura.  Convencidas «Las Mariposas» –así era conocidas entre sus compañeros de lucha por su persistente actividad rebelde.



El día que fueron asesinadas: Uno de los esposos, Manolo, sugirió que debían acabar con los viajes y marcharse a Puerto Plata para evitar el paso por las carreteras, pero ya era tarde: la orden de asesinar a las hermanas ya había sido dada. Cinco miembros del Servicio de Inteligencia Militar detuvieron el jeep en el que regresaban de la prisión, las introdujeron a empujones en un coche y las llevaron a un lugar previamente escogido, cerca de La Cumbre. Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas
Eran aproximadamente las 19:30. Allí las mataron a golpes y colocaron sus cadáveres en el jeep, antes de arrojarlo por el precipicio.
Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos, lo contaría más tarde: «Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas […] Traté de evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía órdenes directas de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran liquidado a todos».
En honor a estas tres valientes hermanas asesinadas a garrotazos, que se habían convertido en auténticas heroínas de la lucha clandestina antitrujillista, se conmemora cada año en esta fecha el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.
Para ver la película sobre sus vidas: Trópico de sangre, película dominicana,  sin censura y completa.

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