Antecedentes: El 10 de enero de 1960, jóvenes de clase
media, seminaristas, obreros, campesinos, profesionales y estudiantes
celebraron una Asamblea Nacional en una finca propiedad de Charlie Bogaert,
donde dejan constituido el denominado Movimiento Revolucionario 14 de Junio,
inspirado en el ejemplo y en el programa de los guerrilleros de 1959. Bajo el
liderazgo del abogado Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), el esposo de
Minerva Mirabal, y se plantean como objetivo derrocar la tiranía mediante la
lucha armada.
Pero muy pronto fueron detectados al servicio de la tiranía, como muy bien
explica Rafael Chaljub Mejía en su libro “La Guerrilla del Decoro”, cuando
señala que el movimiento ni siquiera pudo poner a prueba su capacidad
operativa.
“…diez días después de la asamblea de Mao, comenzaron las
detenciones en masa, con su trágica e inevitable secuela de torturas, asesinatos
y desapariciones a que usualmente recurría el régimen ante hechos como ese”,
dice el autor. Las cárceles se llenaron de presos políticos de diversas partes
del país. Sin embargo, “el descubrimiento del complot sirvió para demostrar
cuán extendido era el sentimiento antitrujillista”, dice Chaljub Mejía.
Entre los primeros apresados figuran, además de Manolo y
Minerva, los esposos de María Teresa y Patria, el ingeniero Leandro Guzmán y el
hacendado Pedro González.
También fue apresada María Teresa, a quien oficiales
desnudaron delante de todos, como una forma de humillarla. Un veterano de
aquella época, Rafael -Fafa- Taveras relata cómo la más joven de las
“mariposas” se mantuvo incólume pese a los insultos y la tortura física, “las
descargas eléctricas sobre los senos hacían mover su cuerpo, pero sus labios no
se abrieron con una queja”. Semanas después de aquella orgía de sangre y dolor,
las mujeres fueron liberadas, pero sus esposos fueron condenados a 30 años de
cárcel. Se le permitía una visita a la semana, los viernes. Pese a la
advertencia de varias amigos de que se cuidaran, Patria, Minerva y María Teresa
hacían el viaje todas las semanas a ver a sus esposos y a los otros compañeros
de lucha allí prisioneros. El peligro era evidente, pero ellas preferían
desafiarlo antes que dejarse doblegar por el miedo.
Las Protagonistas:
Patria, Minerva y María Teresa, así se llamaban las hermanas, nacieron y
crecieron en el seno de una familia rural acomodada en el paraje de Ojo de
Agua, en Salcedo, el municipio más importante de la provincia que se rebautizó
más tarde, y en honor a ellas, con el nombre de Hermanas Mirabal. Estas
mujeres, que habían mostrado un interés muy temprano por los estudios,
dedicaron gran parte de su corta vida a luchar por la libertad política de su
país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras que
tenía Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como «El
Jefe», «El Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición desmedida
por las condecoraciones.
A causa de su persistente actividad rebelde, fueron
encarceladas y torturadas, a pesar de los cual decidieron continuar luchando
para acabar con la dictadura. Convencidas «Las Mariposas» –así era conocidas
entre sus compañeros de lucha por su persistente actividad rebelde.
El día que fueron
asesinadas: Uno de los esposos, Manolo, sugirió que debían acabar con los
viajes y marcharse a Puerto Plata para evitar el paso por las carreteras, pero
ya era tarde: la orden de asesinar a las hermanas ya había sido dada. Cinco
miembros del Servicio de Inteligencia Militar detuvieron el jeep en el que
regresaban de la prisión, las introdujeron a empujones en un coche y las
llevaron a un lugar previamente escogido, cerca de La Cumbre. Después de
apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora
que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas
Eran aproximadamente las 19:30. Allí las mataron a golpes y
colocaron sus cadáveres en el jeep, antes de arrojarlo por el precipicio.
Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos, lo contaría más
tarde: «Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde
ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas.
Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas
(María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a
la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz.
Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera,
separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una
de ellas […] Traté de evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía
órdenes directas de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran
liquidado a todos».
En honor a estas tres valientes hermanas asesinadas a
garrotazos, que se habían convertido en auténticas heroínas de la lucha
clandestina antitrujillista, se conmemora cada año en esta fecha el Día
Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la
República Dominicana con el apoyo de 60 países.
Para ver la película sobre sus vidas: Trópico de sangre, película dominicana, sin censura y completa.
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