Marcos 4, 35-40
Viento, tempestadolas y tormentas
en mi vida.
¿Donde estas?
No me abandones
en la hora oscura.
Despierta, acaso no te importo.
Perdóname mis miedos,
y mi falta de esperanza,
el no poder ver una salida.
Dame la calma necesaria.
Dame la fe para superar
los problemas de la vida.
Y los peores momentos reconocerte
en los que me tienden una mano.
Simplemente Carmen
El mar. Foto Carmen |
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