lunes, 24 de marzo de 2014

Golpe cívico militar: Nunca Más

El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas interrumpieron el ciclo constitucional e instauraron una dictadura civico-militar, al mando de Jorge Rafael Videla (comandante del ejército), Emilio Massera (Almirante de la Marina), y  Orlando Agostini (Brigadier de la Aeronáutica). Con el derrocamiento de la  presidenta  María Estela Martínez de Perón, más conocida como Isabel Perón, comenzó  la  más sangrienta dictadura de la Argentina. Este proceso se lo autodenominó “Proceso de Organización Nacional”, pues su argumento era que para resolver la crisis había que “reorganizar” la sociedad, en un proceso que no tenía plazos sino objetivos. Esta “reorganización” tuvo características definidas: represión política y social, desarticulación de las bases de la economía industrial y el ejercicio autoritario del poder.
La dictadura se caracterizó por la desaparición de personas,  que fue la acción terrorista empleada por el Estado,  ésta consistía en cinco pasos: secuestro, detención, tortura, ejecución y desaparición. En un informe posterior  se confirma la existencia de 370 centros clandestinos de detención. Dichos centros, funcionaron como verdaderos campos de concentración y de exterminio. El más conocido funcionó en la E.S.M.A. (Escuela Mecánica  de la Armada.) –bajo el mando de Massera, competía con los demás centro para secuestrar a la mayor cantidad de personas- los detenidos eran mantenidos con vida por un tiempo indeterminado hasta que se decidía su “traslado”. Esto significaba su asesinato y su cadáver era oculto de distintas maneras, podía ser enterrado en una fosa común, como N.N., incinerado o arrojado vivo desde un avión de la fuerza aérea al Río de la Plata o al Océano Atlántico. De este modo se consumó la “desaparición de miles de personas, según el informe de la CONADEP ( ésta significa Comisión Nacional de desaparición de personas) fueron nueve mil desapariciones   según otras entidades de Derechos Humanos asciende a  treinta mil, ocurridas en la última dictadura. La CONADEP  recopiló las denuncias sobre las desapariciones  y en el Juicio a la Junta Militar la Fiscalía presentó 670 casos, seleccionados de las denuncias  registrados por esta entidad.
 En la dictadura cualquier persona podía ser perseguida, por ejemplo: dirigentes sindicales que luchaban para mejorar los salarios, miembros de algún centro estudiantil, periodistas que se oponían a la dictadura, psicólogos y sociólogos por pertenecer a profesiones “sospechosas”, jóvenes pacifistas, monjas, sacerdotes, etc. Las víctimas  pertenecen a los más diversos campos de la actividad social. Podemos distinguir a :
Obreros…………………………………...%30,2  
Estudiantes ………………………………….%21
Empleados………………………………..%17,9
Profesionales…………………………….%10,7
Docentes………………………………..…%5,7
Autónomos varios……………………………%5
Amas de casa………………………….……%3,8
Conscriptos y personal de Seguridad….........%2,5
Periodistas………………………………....%1,6
Actores  y artistas   …………………………%1,3
Religiosos…………………………..….……%0,3(fuente: CONADEP, BS. AS. 1984 p. 480)
En definitiva 30.000 desaparecidos fueron privados de la vida, de la libertad, de la seguridad, de la igualdad ante la ley, de los derechos políticos-civiles, de su identidad, de su libertad de pensamiento, etc. Pero toda la sociedad pagó las consecuencias.
El otro aspecto del Golpe fue la Economía  en el período del proceso militar se caracterizó por:
·        Crisis financiera: quebraron bancos, retiro de depósitos, fuga de capitales al exterior.
·        Pobreza: se amplió la brecha entre ricos y pobres en un 50% entre 1976 a 1983.
·        Deuda externa: en los siete años se quintuplicó.
·        Deuda privada: se nacionalizó y legalizó la deuda privada pasando a ser pública.
·        Salario real (sueldo): cayó paulatinamente
·        Inflación: creció anualmente.
El autoritarismo fue una de las características salientes del proceso. La Junta militar se atribuyó potestades para reformar la constitución, dictar leyes, resoluciones, instrucciones y hasta condenas encubiertas bajo el rotulo de “actos institucionales”.
Las consecuencias de la dictadura la seguimos pagando como sociedad, pero podemos aprender una lección: asegurar los derechos humanos, defender la democracia participando en ella, y reclamar justicia. Y proponernos como sociedad que NUNCA MÁS, haya un Estado que anule los derechos  fundamentales de las personas. 
Para compartir proponemos la canción: Aun caminan con conmigo, de la canta-autora Teresa Parodi



Letra
Aun caminan contigo,
Aun caminan conmigo,
Los que nunca se fueron,
Los que nunca se han ido.

Hasta el fin de los tiempos,
Los desaparecidos,
Los compañeros nuestros,
Nuestros seres queridos.

Van contigo y conmigo.
No contaban con eso,
No han desaparecido,
No pudieron con ellos,
Ni pudieron contigo.

Aun están con nosotros,
Todavía más vivos,
Nunca desaparecen
Los desaparecidos.

Ellos saltan las rejas,
Ellos salen del río,
Y derriban los muros,
Van contigo y conmigo.
Más allá del silencio,
Más allá del olvido,
Los compañeros nuestros,
Nuestros seres queridos.

No podemos olvidarnos del último desaparecido en democracia, Julio López que en el marco de los juicios a los represores en este caso a  Miguel Etchecolatz, después de presentar declaración como testigo, fue secuestrado el 18 de septiembre de 2006 y sigue desparecido.

Julio López prestando declaración en el juicio.



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