Gran parte de este poema-oración me la entregaron
cuando estudiaba en el Isedet y por eso mi
agradecimiento especial Susana Chiara
Que Dios Padre-Madre
nos conceda
la audacia de Débora,
la valentía
de Ester y de Judit.
Que nos colme de alegría
como Ana,
la lealtad
y el amor fiel de Rut.
Que podamos cantar y danzar
junto al mar como María la profetisa.
Que lleguemos a encontrarnos
con Jesús, el Señor,
como lo encontraron: María Magdalena,
Marta, Salomé y la samaritana.
Como
aquella mujer encorvada,
a la que Jesús se acercó y enderezó
podamos vivir erguidas y ayudar
a otros a
enderezarse.
Como la mujer que busca la moneda,
tengamos la constancia
y después la alegría compartida.
Y finalmente, como María de Nazaret,
proclamemos las grandezas del Señor,
el triunfo de los hambrientos
y de los humildes.
Porque como
ellas, nosotras
y todos, hombres y mujeres,
estamos llamados a glorificar
y construir el Reino a Dios,
nos conceda
de Ester y de Judit.
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