domingo, 31 de agosto de 2014

Una mujer unge a Jesús

Comentario de Marcos 14, 1-10

En el relato de la pasión del evangelio de Marcos se hace referencia de manera especial a tres discípulos por una parte Pedro y Judas que lo van a negar y  traicionar; por otro, una mujer  de nombre desconocido que unge a Jesús. Pero mientras que la historia de Judas y Pedro son conocidas y han quedado gravadas en la memoria, la historia de la mujer es prácticamente olvidada. Aunque Jesús afirma “Yo les aseguro: Donde se proclame la Buena Noticia, en el mundo entero , se hablará también de este hecho, o para memoria de ella” (Mc. 14, 9)  Hoy en este día que se proclama la Eucaristía intentaremos rescatar a aquella mujer fiel que unge a Jesús. Y ver que mensaje nos trae para nuestra vida.

Foto: Carmen

1.    El telón de fondo: La conspiración

Al final de su actividad misionera, llegando a Jerusalén, Jesús es esperado por los poderosos (sacerdotes, ancianos, fariseos, saduceos, escribas y romanos) para ser  arrestado.  Ellos tienen  el control de la situación. No van a permitir que un carpintero de Galilea, provoque desorden en la capital. La muerte estaba decidida por ellos (Mc. 11, 18; 12,12). Jesús era un hombre condenado. Ahora va realizarse lo que el mismo había anunciado a los discípulos: “El Hijo del Hombre va ser entregado y muerto” (Mc. 8,31;  9,31;  10; 33).

2.    La unción de Jesús por una discípula y la critica de los discípulos.

Una mujer, cuyo nombre no es mencionado, unge a Jesús con un perfume muy caro . Señal de mucho coraje. Entrar en la casa de un fariseo e interrumpir una comida, para la cual no fue invitada. Ella transgredió las normas de comportamiento de su época. Los discípulos critican el gesto . Piensan que es un desperdicio. De hecho, trescientos denarios eran el  salario de trescientos días. El salario de casi  un año fue gastado de una sola vez. El aspecto de la entrega total  de esta mujer se resalta aun más en Mc. 14, 3. Allí dice que “quebró el frasco”, lo rompió para que no haya ninguna posibilidad de guardarse ni un poco de perfume  y ni siquiera el recipiente.

3.    La respuesta de Jesús

Los discípulos miran el gasto y critican a la mujer. Jesús mira el gesto y  la defiende : “Déjenla, ¿Por qué la molestan? Ha hecho una buena obra conmigo”. Enseguida llama la atención hacía dos cosas: los pobres y el gesto de la mujer.

“Pobres van a tener siempre entre ustedes”.
Será que la pobreza es un designio de Dios ¿Cómo entender esta frase? En aquel tiempo todos conocían el Antiguo Testamento;  bastaba citar una frase para que la gente la completara.  Así el comienzo de la frase decía: “Ustedes van a tener siempre pobres con ustedes” (Dt. 15, 11 a  ). Y el resto de la frase la
gente ya la conocía: “Por eso, yo te ordeno: abre tu mano a favor de tu hermano, del pobre y de tu indigente, en la tierra donde estés” (Dt. 15, 11b). Conforme esta ley, la comunidad debía acoger al pobre y compartir con ellos sus propios bienes. Sin embargo, los discípulos querían hacer un negocio con el dinero de otros.  Es decir querían vender el perfume y utilizar el dinero para los pobres y Judas llegaba más lejos pensando sacar propio provecho (Jn. 12, 6).

Ella anticipó mi entierro”

 La muerte en la cruz era un castigo terrible y ejemplar adoptado por los romanos para castigar a los subversivos que se oponían al imperio.
Una persona condenada a muerte en cruz no recibía sepultura y no podía ser ungida, pues quedaba colgada hasta que los bichos comieran el cadáver o recibía una sepultura de indigente. Además según el Antiguo Testamento debía ser considerada maldita por Dios (Dt. 21, 22-23). Jesús iba a ser condenado a muerte, consecuencia de su fidelidad a Dios y a los pobres. No tendría entierro y no podía ser ungido.  Sabiendo esto, la mujer se anticipa y lo unge antes. Con este gesto, ella nos demuestra que acepta a Jesús como Mesías, incluso crucificado. Jesús entiende el gesto y lo aprueba. Anteriormente, Pedro  había tenido una reacción contraria. Para él un crucificado no podía ser Mesías. Incluso llegó a intentar disuadir a Jesús, pero recibió palabras muy duras: “Vete, Satanás” (Mc 8, 33). Esta discípula anónima es modelo para Pedro y para los otros discípulos que no habían entendido nada. Ella es modelo para todos nosotros y nosotras ; “en todo el mundo”.
En esa casa dos modos de actuar, sentir y amar se enfrentaron, Jesús eligió y ahora nos toca nosotros/as.
Bibliografia: Carlos Mesters, Círculos Bíblicos

·         ¿Qué no llamó la atención del texto? ¿Por qué?
·         ¿Qué acciones nuestras perfuman la vida, tanto en lo personal o comunitario?
Carmen Alegre

El perfume                                  foto: Carmen

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