sábado, 10 de mayo de 2014

Tania, la vida por sus ideales

Haydée Tamara Bunke Bider, “Tania la Guerrillera”, nació el 19 de noviembre de 1937, en Alemania. De padre alemán -Erich Bunke- y madre polaca (Nadia Bider), tuvieron que emigrar hacia la Argentina huyendo de los nazi fascistas.
Con solo 18 años fue admitida en el Partido Socialista Unificado de Alemania (PSUA) y en 1960 conoció personalmente al Che cuando este viajó a la República Democrática Alemana (RDA).
En varias oportunidades le sirvió al Che de intérprete y el Guerrillero Heroico captó enseguida las condiciones y cualidades de la joven argentino-alemana.

En 1961 llegó a Cuba y trabajó en el Ministerio de Educación, en el ICAP y en la dirección nacional de la FMC. En La Habana se le vio vestir el uniforme de miliciana y actuar en defensa del triunfante proceso revolucionario.
Con el tiempo y con el seudónimo de Laura Gutiérrez Bauer, cumplió la misión secreta encargada por la dirección del país -y en particular por el Che- de establecer relaciones con la clase gobernante y el Ejército de Bolivia, adonde llegó a fines de 1964, todo eso para después crear las mínimas condiciones de apertura del frente guerrillero.
En 1966 se le concedió la militancia del Partido Comunista de Cuba por su conducta y su trayectoria como luchadora y revolucionaria consecuente, y se vinculó definitivamente a la guerrilla, a las órdenes directas del Comandante Juan Vitalio Acuña Núñez, «Joaquín» en la gesta en Bolivia.
Como se sabe, en abril de 1967 ese grupo de la retaguardia, comandado por Joaquín, perdió el contacto con el resto de la guerrilla y así se mantuvo varios meses, aunque unos y otros intentaron reagruparse, sin poder conseguirlo.
Duele mucho saber, por ejemplo, que cuando los guerrilleros -entre ellos Tania- cayeron en una emboscada, mientras cruzaban el vado de un río, el 31 de agosto de 1967, hace 45 años, el Che y sus compañeros, sin saberlo, se encontraban exactamente a un kilómetro de ellos.
El cadáver de Tania fue arrastrado por el río y hallado el 6 de septiembre por soldados bolivianos. Al otro día trasladaron su cuerpo sin vida hacia el Regimiento Pando y el 8 la enterraron en un ataúd de madera.
La fosa donde la enterraron fue encontrada por el ingeniero geofísico Noel Pérez y por el arqueólogo Roberto Rodríguez, ambos cubanos, a las diez de la mañana del sábado 19 de septiembre de 1998; pero la certeza científica de que era ella se tuvo a las 5:30 de la tarde del lunes 21 de septiembre, luego del riguroso estudio antropológico forense de Héctor Soto, también especialista cubano.
Desde 1998 los restos de Tania descansan en el mausoleo erigido al Che y a sus compañeros, en la ciudad de Santa Clara.
 (Tomado de Juventud Rebelde)

Tania la guerrillera
A partir del 27 de marzo 1967, Tania será una combatiente más, que dará múltiples muestras de su valentía, eficiente preparación y alto espíritu combativo, que la hacen una enemiga temida por el ejército. Explica Paco, único sobreviviente de la Retaguardia a la que perteneciera Tania desde el 16 de abril, que más de una vez ella quedó sola con una ametralladora 30, encargada de defender el campamento y se oponía a cualquier privilegio por ser mujer.

Aquella tarde del jueves 31 de agosto de 1967, cuando sale de la enmaranada vegetación su delgada figura de largos cabellos claros, portando un M-1, cargada con la mochila y vistiendo pantalón de camuflaje, botas algo grandes para sus pies y una destenida blusa a rayas verdes y blancas, los soldados agazapados en la maleza quedan impresionados ante la presencia de la guerrillera. La mujer que muchas veces les conminará a la rendición avanza en la columna; es la penúltima en penetrar en la rápida corriente del Río Grande. Marcha entre Paco (José Castillo Chavez) y Joaquín (Juan Vitalio Acuna). El agua le llega casi a la cadera cuando se escuchan los primeros disparos. Levanta de inmediato los brazos en un intento para comenzar a disparar su metralleta, pero una ráfaga disparada por el soldado Vargas le alcanza el pulmón y su cuerpo inerme es arrastrado por la corriente.
"El Negro" (José Restituto Cabrera Flores), médico peruano a quien el Che encargara el cuidado de Tania, trata de salvarla y se deja arrastrar por la corriente. Nada desesperadamente hasta que le da alcance y comprueba su muerte. Siete días después encuentran su cadáver en la orilla del Río Bravo. También esta la mochila donde llevaba escasas ropas, libretas de anotaciones con nombres y direcciones de personas ajenas al movimiento revolucionario, presupuestos de los víveres comprados y cintas grabadas con la música del continente que tanto amó. Cuentan que unas religiosas pidieron sus restos para vestirlo y darle cristiana sepultura. Hasta el cementerio de Valle Grande la escoltaron soldados. El propio presidente Barrientos, quien la había conocido en recepciones oficiales, llego hasta allí; sin confesarlo admiró a la bella muchacha de 29 años que burló todos los servicios de inteligencia. Seis semanas más tarde también caería el Che.

El pueblo boliviano la convirtió en leyenda y Tania vive hoy en el grito de libertad que dicen se escucha cada día en el lugar donde fue encontrado su cuerpo, en las flores que colocan manos desconocidas en la tumba anónima del lejano paraje andino donde entregó su valiosa vida por la liberación de la humanidad. Tamara Bunke es el costado femenino de una revolución que luchó por las utopías de su época, y que a la luz de nuestros ojos nos obliga a reflexionar sobre el pasado.
(tomado de http://mujeres-riot.webcindario.com/Tamara_Bunke.htm)

Homenaje a Tania

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