Su historia:
El 3 de marzo de 1950 había llegado a Bolivia Hans Erlt, padre de Monika, después de la caída del régimen nazi, hacia Sudamérica. En su juventud Hans, que
había nacido en Alemania en el año 1908, trabajó como camarógrafo de Leni
Riefensthal, la celebre cineasta alemana que glorificó a los nazis y de quien
fue su amante. Años después se convertiría en el fotógrafo de Adolf Hitler,
pero sobre todo del Mariscal Rommel. Hans, al llegar a Bolivia, deseaba comenzar
una nueva vida, sobre todo porque él siempre se había considerado un pacifista
y un artista que sirvió en el ejercito alemán por obligación. En el año 1953, y después de un largo viaje en barco primero
y después en tren a través de Argentina, llegó a Bolivia la familia de Hans, su
esposa y sus tres hijas, entre ellas Monika que en ese entonces tenia solo 15
años. Ella se crió en un círculo tan cerrado como racista. Monika había vivido su niñez en medio de la efervescencia
del nazimo de Alemania y cuando emigraron a Bolivia aprendió el arte de su
padre lo que le valió trabajar después para el documentalista boliviano Jorge
Ruiz. Monika se crío en un círculo tan cerrado como racista en el que
brillaban tanto su padre como otro siniestro personaje al que ella llamaba
“tío”: Klaus Barbie, el carnicero de Lyon. Klaus Barbie, cambiaría su apellido
por el de Altmann y conocería a la familia Ertl en el estrecho círculo de
ciudadanos alemanes en La Paz; tanto es así que fue el propio padre de Monika
quien le consiguió el primer trabajo en Bolivia, como ciudadano Judío Alemán. Monika
se casó con un alemán en La Paz y vivió en las minas de cobre en el norte de
Chile, pero luego de diez años su matrimonio fracasó y ella se convirtió en
políticamente activa.
Entre otras cosas ayudó a fundar un hogar para huérfanos en
La Paz, ahora convertido en hospital. A finales de los sesenta, en 1969, todo
cambió, rompió con sus raíces y en drástico giro termino militando en las
filas de El Ejercito de Liberación Nacional, creado por el guerrillero argentino
Ernesto Guevara. La muerte de Guevara en la selva boliviana, en Octubre de 1967, había significado para ella el empujón final para sus ideales.
Su padre se sorprendió cuando se unió a la
guerrilla y la echo de la granja. Durante
los cuatro años que Monika estuvo con la guerrilla, escribió solamente una vez
por año diciendo que no se preocuparan, que estaba bien, pero nunca más la
volvieron a ver. Así es como en el año 1971 cruza el Atlántico y vuelve a su
Alemania natal, y en Hamburgo ejecuta personalmente al cónsul boliviano en esa
ciudad ¿quién era? Nada menos que el coronel Roberto Quintanilla, el
responsable del ultraje final a Guevara: La amputación de sus manos, luego de
su fusilamiento en La Higuera.
Allí comenzaría una cacería que atravesó países y mares y
que solo encontró su fin cuando Monika cayó muerta en el año 1973, en una
emboscada que según algunas fuentes le tendió su “tío”, Klaus Barbie. Su cuerpo
nunca fue entregado a los familiares y según su padre fue torturada antes de
ser ejecutada.
Un nuevo libro: Jurgen Schreiber, un periodista alemán de reconocido prestigio como reportero investigador que ha escrito para las más reputadas publicaciones de su país, publicó recientemente una biografía de su compatriota Mónica Ertl. Por el título del libro “La mujer que vengó al Che Guevara” pudiera hacer pensar que se trata de una obra de ficción, sin embargo, en el relato se cuenta una historia de la vida real. Una historia increíble que parece, pero no es ficción. Una gran investigación de Jürgen Schreiber, uno de los más premiados periodistas alemanes de la actualidad. Sin embargo ninguno de sus reportajes periodísticos se ha publicado en idioma inglés. Su biografía de Mónica Ertl se publicó en italiano y hasta ahora no hay una traducción completa de la obra al español.
Enlace para ver la recreación de la novela del libro de Jurgen Schreiber: http://youtu.be/hReL49NkTZk
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