martes, 6 de mayo de 2014

La niña y yo

Había una vez una niña en un tiempo lejano,
sus cabellos  largos ocres siempre despeinados,   
le encantaba andar descalza sobre la hierba,
e inventaba sus juegos y  sus juguetes.

Esa pequeña niña solo quería ser feliz y que la quisieran,
y lo era, cuando no la descubrían comiendo pan con dulce,
cuando jugaba con su perro en el patio detrás de la casa,
cuando miraba el cielo teñido de rojo después de la lluvia,
cuando la despertaban los cantos de los gallos al amanecer.

Para esta niña no existía la maldad, ni  la crueldad,
aunque después la vida se encargará de esta lección,
para ella existían duendes que a la noche hacían travesuras,
existían hadas que la ayudaban a volar,
había un mundo que ella conocía y nadie más.

Era una niña que amaba dibujar cuando tuvo una caja de colores,
para ella era como tener el arco iris en sus manos
y en un papel en blanco podía crear un mundo.
Esta niña, cuando aprendió a leer, memorizaba poseías y canciones,
rezaba con todo su corazón y era feliz mirando mariposas.

Esa niña que me mira y se sonríe, esa niña que está en  mis ojos,
está orgullosa de la mujer que soy, a pesar de lo que hemos sufrido.
Hoy sigo buscando ser feliz con todas mis fuerzas,
aprovechando los  pequeños momentos que regala la vida.
Simplemente Carmen


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