“Nosotras queremos
hacer oír nuestra voz
y tomar nuestra parte
de placeres en el banquete de la vida”
Virginia Bolten, una luchadora por los derechos laborales
femeninos a fines del siglo XIX, nacida posiblemente en Uruguay, se atrevió a arengar a los obreros el 1 de
mayo de 1890 en Rosario, cuando se celebró por primera vez el Día del
Trabajador, y también fundar un periódico, cuyo slogan fue: "Ni Dios, ni
patrón, ni marido", en tiempos en que las mujeres no tenían ni voz ni
voto.
La dimensión que alcanzó su tarea reivindicadora fue llevada
al cine con un guión basado en la investigación de dos rosarinas, Nora Alicia
Usenky y Mariana Fontana.
La palabra, la personalidad y la lucha de esta mujer que
fundó el primer periódico de América Latina que reflejó las ideas anarquistas y
feministas son retratadas en "Ni Dios, ni patrón", que se exhibió en
el festival de cine Pantalla Pinamar.
“Virginia era hija de un alemán que se había instalado en
San Luis. Después sus padres se separaron y vino a Rosario. Trabajó en la Refinería
Argentina de Azúcar, en ese momento la empresa más grande del rubro en
Sudamérica, donde observaba las pésimas condiciones laborales de las mujeres”,
contó a Télam Usenky.
El 1 de mayo de 1890 Rosario celebró el primer Día del
Trabajador y Bolten arengó a los obreros con un encendido discurso
revolucionario.
“Ella subió al escenario vestida de negro portando la
bandera del anarquismo y denunciando la explotación laboral de las mujeres. Era
una mujer tan fogosa que la llamaban la ´Luisa Michel´”, en honor a la heroína
de la Comuna de París, la primera revolución proletaria de la historia,
ocurrida en 1871, agregó.
En la Refinería de Azúcar, Bolten observó las pesadas tareas
que realizaban sus compañeras y las consecuencias que esto les provocaba en su
salud: cargaban grandes bolsas de azúcar sobre su cuerpo y se descolocaban las
caderas, y al parir, muchas fallecían debido a estas graves lesiones.
Virginia Bolten y Juana Rouco forjaron las bases del feminismo proletario |
“Consideró tan injusta esa situación, que empezó a agitar a
todo el personal para cambiar las condiciones hasta que finalmente la
expulsaron del trabajo", tras lo cual fundó el diario "La Voz de la
Mujer", que tenía un slogan fuerte para la época: "Ni Dios, ni patrón,
ni marido", explicó Usenky.
El periódico se "autogestionaba con las colaboraciones
ínfimas de los propios anarquistas", contó la historiadora y lamentó que
los originales de aquellas ediciones inéditas estén guardados en el Instituto
de Historia Social de Ámsterdam (Holanda), en lugar de estar en la Argentina.
Hacia 1896, Bolten comenzó a ser perseguida pero siguió su
lucha recorriendo las ciudades bonaerenses de San Nicolás, Tandil y Azul, donde
había grandes comunidades de inmigrantes. En 1902, participó de una huelga de inquilinos,
tras lo cual el segundo gobierno de Julio Roca, le aplicó la Ley de Residencia
y debió radicarse en Montevideo.
“Se la querían sacar de encima porque realmente era una
agitadora muy fuerte, pero ella después reingresó en forma clandestina”, dijo
Usenky, quien también contó que Bolten "tenía bastantes conflictos con los
hombres que promovían sus mismos ideales que no aceptaban esta presencia con
discurso propio”.
Según la investigadora, Bolten "no luchaba por el uso
del pantalón o del cigarrillo, sino que lo que buscaba era la dignificación de
la mujer, básicamente en el trabajo”.
“Virginia tenía una personalidad llamativa para la época. En
las fotografías aparece como una mujer menuda, delgadita, con apariencia
adolescente", describió.
Los investigadores que realizaron entrevistas personales,
como a una sobrina nieta, y siguieron sus pasos a Ururguay, contaron que
"es como que su figura se diluye en el tiempo. Falleció en Uruguay en
1963, pero actualmente desconocemos dónde se encuentran sepultados sus restos”.
(Télam, por Hugo
Lucero).
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