Leila Al-Safadi, Jefa de
redacción del diario Baniyas, en el ocupado Golan
Desde la ocupación del Golan, hace cuarenta años, la
autoridad ocupante israelí niega el permiso a cualquier persona del Golan que
quiera visitar a su madre patria Siria y ver a sus familiares. Estas
autoridades ciegan sus ojos a lo más sencillo de los derechos humanos. Hace
pocos años Israel permitió a los hombres religiosos hacer una visita relámpago
a un templo en Siria, también permite a algunos estudiantes cruzar la frontera
anualmente… fuera de eso no hay contacto real entre la población a ambos lados
de la valla. No se sabe quién es la parte mas interesada en la prohibición,
cuál es el beneficio que se gana con este cierre humano.
Por qué se niega este derecho natural al sector más
amplio, a las mujeres y los niños.nEnseguida les voy a relatar algunos ejemplos
sobre el sufrimiento de los habitantes bajo la ocupación. Soy activista y
periodista, y he vivido estas experiencias con todos sus detalles desde la
celebración de mi matrimonio en Damasco hasta mi llegada al Golan el año 1998.
Vivo la experiencia del cierre… de las ansias y la nostalgia hacia mi primera
casa, y de cómo muchas mujeres no pudieron acompañar a mi padre en sus últimas
horas de vida.
El
sueño de la visita al Golan
Mi pequeña niña Salma pensaba que su padre es mi
padre, nunca me ha escuchado decir a mí, padre o madre. Su primera experiencia de
alejamiento fue su primer día en la guardería. Preguntó llorando por primera
vez: «Madre donde están tus familiares». Las palabras se diferencian y las
historias e imágenes varían pero los hechos son los mismos: la tristeza, el
dolor y las lágrimas, todas son comunes. Se corta o se alarga nuestra ausencia,
se hace grande o pequeño nuestro dolor, olvidamos, recordamos, sufrimos, lloramos,
crecemos, y probablemente morirás solo… ¿quién sabe? Quién se interesa por ti,
si creciste o viviste, tu simple y sencillo sueño te priva de tu presente
felicidad y te combate, el regreso a tu primera casa, al barrio, a los amigos,
y al lugar de las memorias de la infancia. Escarbo en el corazón y observo que
las lágrimas nunca se secan, o tal vez se secan. Este alejamiento te distrae y
te hace sentir en muerte lenta, parcial, cuando te separa años de quien amaste
sin contacto verdadero, eso es muerte de otro tipo. Cuando dejas la cara de tu
madre brillante y la encuentras después de años llena de arrugas, probablemente
seas tú la causa de la mitad de estas arrugas. ¿Te vas a llorar a ti misma? A
tu madre, ¿quién sabe cuándo será la próxima vez que vayas a verla o
escucharla?
Probablemente creyeron que somos aficionados a la
muerte, sufrimiento y llanto. Probablemente sienten cómo seguir viendo una
película árabe, antigua, llena de emoción y sentimiento. Emad, residente del
ocupado Golan, estudió en Damasco y se casó allí y tuvo dos hijas, pero la
muerte estaba más cerca que el abrazo de sus padres y su pueblo. Murió a causa
de un grave accidente en Damasco y fue enterrado en circunstancias aún más
duras en su pueblo Majdel Shams. Cuando
una tragedia empieza en el Golan es difícil que termine en estas
circunstancias, Emad se desvaneció pero dejó a su esposa y dos niñas que dan un
poco de consuelo a sus parientes, pero la esposa es de nacionalidad siria que
pudo llegar al Golan en condiciones excepcionales para despedir a su difunto
esposo, darle el ultimo adiós y para conocer por primera vez a su pueblo y sus
familiares. La obligaron a regresar a Siria después de una estancia de un mes
por no tener los documentos necesarios de estancia; regresó cargada con sus
tristezas y preguntas que no terminan. ¿Dónde voy a vivir y donde crecerán las
niña? (...)
¿Cómo
vivir así?
Me hubiera sentido derrotada permanentemente si no
hubiera pasado el cruce cuando recibí la mala noticia del fallecimiento de mi padre
hace pocos días, no tengo cuerpo que aguante los sentimientos de tristeza y
enojo y frustración y la incapacidad, nada
me tranquiliza más que un profundo grito en su lugar apropiado, atormentando
el crucero creando en «la sencillez de mi requisito». Qué puede hacer o afectar
mi tristeza en el camino de sus guerras u obras de paz, o que afecte la
seguridad de Israel, el cruce para mí era una victoria interna sencilla, era
una respuesta bonita a una persona muy querida que he amado mucho, hasta en su muerte
me ofreció su último regalo: más decisión, fuerza y experiencia de nuevos
sentimientos confusos.
No es nuestro destino nacer y morir en la sombra de la
ocupación, tampoco es nuestro destino que nos persigan las tristezas y los
sufrimientos, la verdad es que hay ahora mujeres golanitas que están sufriendo
y padecen privaciones de los derechos humanos más sencillos como es el
contactar con sus seres amados, sus amigos y su patria. ¿Quién nos quiere
quitar de por vida este sencillo sueño? ¿Quién es el beneficiado de encerrar a
las mujeres golanitas como rehenes de sus emociones, agitaciones y nostalgia? Los
asuntos humanitarios deben ser resueltos, no pueden posponerse tus asuntos
humanitarios hasta que se termine la ocupación, si no guardas una parte de
humanidad, la ocupación no se vence nunca. Alguien pregunta por qué nos
aferramos a querer vivir junto a los que viven en el otro lado de la ocupación.
¿Cuántas veces me han dicho que es doloroso y costoso casar a las golanitas con
esposos de la madre patria Siria, o casar a las mujeres sirias con esposos del
Golan? Hay un precio que se deba pagar, dicen, así que ¿por qué tomar este
riesgo?
Se puede responder a esta pregunta con claridad:
¡Porque amamos! O porque matamos el sueño y no nos rendimos. Desde luego casarse
con un joven golanita implica una aventura y muchas veces escucho palabras
duras: «Que se enfrente con los resultados de su decisión, ¿es que no sabía de
esta realidad? ¡Que se quede en su tierra!» Oímos muchos de estos comentarios
ridículos y de criterio limitado. Al casarse las golanitas se ponen en
circunstancias comunes desde el primer momento, la nostalgia de los familiares y
los amigos será una causa común, que tus hijos crezcan en la casa de sus
abuelos y estén relacionados con la guerra y la paz en la región, no aislados
en un campo de concentración al aire libre. Después de aventurarte porque
amaste, adorarás al que aventuraste, porque este amor amplió los límites de tu
pertenencia y pensamiento, e hizo los dolores de la patria tuyos; la felicidad
y la tristeza apegadas a ti, la victoria es tuya… y su vencimiento es derrota
de tu espíritu. Estoy en buena salud ahora, mis familiares también, todo lo que
deseo es lanzar una mirada a mi antigua casa, ver a mi madre tocando a mi puerta en una
madrugada caliente preguntando: ¿qué, estás ocupada hoy?
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