Reflexión y hermenéutica del libro de Judit
a la luz de los acontecimientos de los bombardeos
a Gaza por parte del Estado de Israel.
Cuenta la historia que babilónicos y asirios,
grandes enemigos e imperios de esa época,
se aliaron contra un pequeño pueblo llamado Israel;
era un ejercito invencible y sangriento
frente a un grupo de hombres mal armados,
eran como David frente a Goliat,
Allí había una viuda llamada Judit,
ella se sintió comprometida a actuar,
y con astucia, seducción y valentía,
se enfrentó al enemigo y le corto la cabeza.
El guerrero más poderoso
cayó en manos de una mujer,
el cazador fue cazado.
El mensaje de este relato es que Dios
está de lado del desvalido,
actúa mediante personas que no las tenemos en cuenta.
Si se volviera a escribir está historia hoy en Palestina,
la protagonista sería árabe, se llamaría Amira,
sería también viuda porque su marido
fue asesinado por el ejército,
que como siempre, prepotente y poderoso,
cree tener la razón y que Dios está de su parte.
Ella a su vez quiere que sus lágrimas cesen,
busca con astucia e inteligencia sobrevivir
y resistir frente a tanto atropello,
sueña con poder trabajar,
que el ejército se retire y no asesine a sus niños,
que puedan ir a la escuela y que todos tengan lo necesario,
pero profundamente lo que ella quiere es vivir en paz.
Algún día Judit y Amira cantarán como hermanas al mismo
Dios,
se darán cuenta que son parte de la misma historia,
que Dios esta de lado de los pequeños,
y serán benditas entre todas las mujeres,
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