Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú.
Sé tú el que aparta la piedra del camino.
Lucila Godoy, llamada Gabriela Mistral es una de las
referentes en la literatura latinoamericana, nació en Vicuña, Chile el 7 de
abril de 1889. Hija de un maestro rural,
que abandonó el hogar a los tres años del nacimiento de Gabriela, la muchacha
tuvo una niñez difícil en uno de los parajes más desolados de Chile. A los 15
años publicó sus primeros versos en la prensa local, y empezó a estudiar para
maestra. En 1906 se enamoró de un modesto empleado de ferrocarriles, Romelio
Ureta, que, por causas desconocidas, se suicidó al poco tiempo; de la enorme
impresión que le causó aquella pérdida surgieron sus primeros versos
importantes. En 1910 obtuvo el título de maestra en Santiago, y cuatro años
después se produjo su consagración poética en los juegos florales de la capital
de Chile; los versos ganadores- Los sonetos de la muerte- pertenecen a su libro
Desolación (1922), que publicaría el instituto de las Españas de Nueva York. En
1925 dejó la enseñanza, y, tras actuar como representante de Chile en el
Instituto de cooperación intelectual, fue cónsul en Nápoles y en
Lisboa. Vuelta a su patria colaboró e en la campaña electoral del
Frente popular (1938), que llevó a la presidencia de la república a su amigo de
juventud P. Aguirre Cerda. En 1945 fue la primera escritora hispanoamericana en
recibir el premio Nobel de literatura;
viajó por todo el mundo, y en 1951 recogió en su país el premio nacional.
En 1953 se le nombra Cónsul de Chile en Nueva York.
Participa en la Asamblea de Las Naciones Unidas representando a Chile. En 1954
viene a Chile y se le tributa un homenaje oficial. Regresa a los Estados
Unidos.
El Gobierno de Chile le acuerda en 1956 una pensión especial
por la Ley que se promulga en el mes de noviembre.
En 1957, después de una larga enfermedad, muere el 10 de
enero, en el Hospital General de Hempstead, en Nueva York. Sus restos reciben
el homenaje del pueblo chileno, declarándose tres días de duelo oficial. Los
funerales constituyen una apoteosis. Se le rinden homenajes en todo el
Continente y en la mayoría de los países del mundo.
La obra poética de Gabriela Mistral surge del modernismo,
más concretamente de Amado Nervo, aunque también se aprecia la influencia de
Frédéric Mistral (de quién tomó el seudónimo) y el recuerdo del estilo de la
Biblia. De algunos momentos de Rubén Darío tomó, sin duda, la principal de sus
características: la ausencia de retórica y el gusto por el lenguaje coloquial.
A pesar de sus imágenes violentas y su gusto por los símbolos, fue, sin
embargo, absolutamente refractaria a la "poesía pura", y, ya en 1945,
rechazó un prólogo de P. Valéry a la versión francesa de sus versos. Sus temas
predilectos fueron: la maternidad, el amor, la comunión con la naturaleza
americana, la muerte como destino, y, por encima de todos, un extraño panteísmo
religioso, que, no obstante, persiste en la utilización de las referencias
concretas al cristianismo. Al citado Desolación siguieron los libros Lecturas
para mujeres destinadas a la enseñanza del lenguaje (1924); Ternura (1924),
canciones para niños; Tala (1938); Poemas de las madres (1950), y Lagar (1954).
Póstumamente se recogieron su Epistolario (1957) y sus Recados contando a Chile
(1957), originales prosas periodísticas, dispersas en publicaciones desde 1925.
(Archivos de la
Universidad Jaime I)
Algunas de sus poesías:
EL PENSADOR DE RODIN
Con el mentón caído
sobre la mano ruda,
el Pensador se
acuerda que es carne de la huesa,
carne fatal, delante
del destino desnuda,
carne que odia la
muerte, y tembló de belleza.
Y tembló de amor,
toda su primavera ardiente,
ahora, al otoño,
anégase de verdad y tristeza.
El "de morir
tenemos" pasa sobre su frente,
en todo agudo bronce,
cuando la noche empieza.
Y en la angustia, sus
músculos se hienden, sufridores
cada surco en la
carne se llena de terrores,
Se hiende, como la
hoja de otoño, al Señor fuerte
que le llama en los
bronces... Y no hay árbol torcido
de sol en la llanura,
ni león de flanco herido,
crispados como este
hombre que medita en la muerte.
Cantante argentina, una de las máximas figuras de la música
folclórica y testimonial de América Latina en el siglo XX. Haydee Mercedes
Sosa, nació el 9 de julio de 1935 en Tucumán, Argentina. Hija de un obrero de
la industria azucarera y de una lavandera, descendiente de los diaguitas,
antiguos habitantes de la zona.
En 1961 grabó su primer disco: La voz de la zafra y en 1966 consiguió su primer éxito, Zamba para no morir. Militó en el
Partido Comunista de Argentina desde 1960 y a partir de 1965, tras una célebre
actuación en el Festival Folclórico de Cosquín (Argentina), sumó la
reivindicación política a su proyecto artístico para convertirse, junto con los
también argentinos Jorge Cafrune y Atahualpa Yupanki, en uno de los símbolos
vivos de la lucha contra las injusticias sociales y la discriminación del
elemento indígena americano. La negra, como solían llamarla realizó su primera
gira en Europa recorriendo Holanda,
Bélgica, Suiza y Alemania.
Voz de la canción protesta en los años setenta durante las
dictaduras latinoamericanas, cantó con Violeta Parra. Su canción "Gracias a la vida" se convirtió en
un enorme éxito. También interpretó letras de Víctor Jara, como "Te recuerdo Amanda". En 1972 grabó
La cantata sudamericana. Visitó España,
Francia, Italia, México, Venezuela y Perú y en 1975 viajó a Japón. En febrero
de 1978 falleció su marido y pocos meses después las autoridades argentinas le
prohibieron cantar en público, por lo que decidió instalarse en París. En 1979
grabó un disco en portugués y tres años después regresó a Argentina llenando
estadios de fútbol.
En julio de 1984, anunció que se retiraba, pero volvió a
realizar nuevas giras. Entre sus canciones de mayor éxito destacan "Volver a los diecisiete", "Canción de todos", "Alfonsina y el mar" o "Como la cigarra". En 1989 fue
condecorada por el gobierno de Francia y en 1996 la UNESCO le concedió el
Premio de la Música.
Su último trabajo fue Cantora, un álbum doble donde
interpretó 34 canciones a dúo con reconocidos cantantes iberoamericanos.
Mercedes Sosa falleció el 4 de octubre de 2009 en una
clínica de Buenos Aires víctima de una enfermedad hepática.
(buscabiografias.com)
Trailer del documental: Mercedes, La voz de Latinoamérica
Canción de su primer éxito, y con la que queremos recordarla: Zamba para no morir
María Magdalena[1] (en
griego koiné: Μαρία ἡ Μαγδαληνή) es
mencionada, tanto en el Nuevo Testamento canónico como en varios evangelios
apócrifos, se destaca como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Perteneció al
grupo de quienes seguían, servían y subieron junto a Jesús desde Galilea a Jerusalén.
Obra de Tiziano
La información sobre María Magdalena en los evangelios
canónicos es escasa. Es citada en cuatro hechos diferentes, pero
relevantes,: Mateo, Marcos y Juan la nombran en el momento de la muerte y
resurrección de Jesús; Lucas nos trae la cuarta mención (8,1-3) «Le acompañaban
los doce y algunas mujeres que habían sido curadas de enfermedades y espíritus
malignos: María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios
[…]». Esto dio lugar a muchas controversias sobre su persona, algunos
estudiosos indican que María tenía una dolencia física o psicológica, pero de
ninguna manera esto indica una mala conducta moral. Más adelante vamos a
ver como se la confunde con otras mujeres del nuevo testamento con el fin de estigmatizarla.
En compañía de otras mujeres, fue la primera testigo de la
resurrección, según una tradición en la que concuerdan los cuatro evangelios.
Después comunicó la noticia a Pedro y a los demás apóstoles. Según un relato
que sólo aparece en el evangelio de Juan, fue testigo de una aparición de Jesús
resucitado. Podemos por esto decir que María Magdalena es también apóstol, ya
que esta palabra significa enviado, y ella es enviada a los discípulos a
anunciar la resurrección. Rescatar a María es rescatar los orígenes del
cristianismo donde las mujeres tuvieron un papel importante.
Identificación con otros personajes
Los citados anteriormente son los únicos pasajes de los evangelios
canónicos en los que se nombra a María de Magdala. La tradición cristiana
occidental (católica), sin embargo, aunque sin apoyarse en evidencias textuales
de ningún tipo, ha identificado con María Magdalena a otros personajes que aparecen en el Nuevo Testamento:
La mujer adúltera a la que Jesús salva de la lapidación, en
un episodio que sólo relata el evangelio de Juan (8, 2-11)
Se identifica también con la María del episodio de la
disputa entre Marta y María. (Lucas 10, 38-42)
La mujer que unge con perfumes los pies de Jesús y los
enjuga con sus cabellos antes de su llegada a Jerusalén según otros evangelios, cuyo nombre no se menciona. La
unción tuvo lugar durante el ministerio en Galilea. (Marcos 14, 3-9; Mateo,
26,6-13), y Lucas agrega que ésta mujer era pecadora (7, 36-50). Entonces una mala
interpretación estableció a María Magdalena
como “pecadora” y "prostituta"; esta versión fue difundida por algunos teólogos en los siglos III y IV, y luego fue reafirmada en un sermón que el papa
Gregorio I dio en el año 591. Esta teoría gozó de mucha popularidad
en el siglo XIX y constituyó un tema frecuente en la iconografía cristiana
occidental.
María Magdalena en los evangelios apócrifos
El evangelio de Pedro sólo menciona a María Magdalena en su
papel de testigo de la resurrección de Jesús:
"A la mañana del domingo, María, la de Magdala, discípula del
Señor -atemorizada a causa de los judíos, pues estaban rabiosos de ira, no
había hecho en el sepulcro del Señor lo que solían hacer las mujeres por sus
muertos queridos-, tomó a sus amigas consigo y vino al sepulcro en que había
sido depositado."
En al menos dos de los textos gnósticos coptos encontrados
en Nag Hammadi, el evangelio de Tomás y el evangelio de Felipe, María Magdalena
aparece mencionada como discípula cercana de Jesús, en una relación tan cercana
como la de los apóstoles. En el evangelio de Tomás hay dos menciones de Mariham
(logia 21 y 114) que, según los estudiosos, hacen referencia a María
Magdalena. La segunda mención forma parte de un pasaje enigmático que ha sido
objeto de muy variadas interpretaciones:
Simón Pedro les dijo: «¡Que se aleje Mariham de nosotros!,
pues las mujeres no son dignas de la vida». Dijo Jesús: «Mira, yo me encargaré
de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu
viviente, idéntico a vosotros los hombres: pues toda mujer que se haga varón,
entrará en el reino del cielo»..
En el evangelio de Felipe (log. 32) es considerada la
compañera (κοινωνος) de Jesús:
Tres (eran las que) caminaban continuamente con el Señor: su
madre María, la hermana de ésta y Magdalena, a quien se designa como su
compañera [κοινωνος]. María es, en efecto, su hermana, su madre y su
compañera..
Por último, otra importante referencia al personaje se
encuentra en el evangelio de María Magdalena, texto del que se conservan sólo
dos fragmentos griegos del siglo III y otro, más extensos, en copto, del siglo
V. En el texto, tres apóstoles discuten acerca del testimonio de María
Magdalena sobre Jesús. Andrés y Pedro desconfían de su testimonio, y es Leví
(el apóstol Mateo) quien defiende a María.
Por lo visto María Magdalena tenía un papel fundamental también
en estos evangelios y diputa el liderazgo a Pedro.
Icono de la Iglesia ortodoxa: Santa María Magdalena
“Si las mujeres debieran permanecer en silencio,
entonces no
tendríamos ningún testimonio de la resurrección.”
Jürgen Moltann
[1] Magdalena es un apelativo
por su lugar de procedencia, ya que deriva de Magdala, que significa en hebreo, atalaya,
torre. En los evangelios no se dice donde estaba está ciudad. EL historiador
Flavio Josefo la llama por su nombre en griego: Taríquea, y se ubica a los márgenes
del río de Galilea, Al norte de Tiberías y al Sur de Cafarnaúm. Actualmente se
encuentra allí una población llamada Mijdal donde diversos trabajaos arqueológicos
descubrieron elementos del siglo I
Un pequeño gusanito caminaba
un día en dirección al sol, muy cerca del
camino se encontraba una langosta.
– ¿Hacia donde te diriges?, le preguntó.
Sin dejar de caminar la
oruga le contestó:
-Tuve un sueño anoche; soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba
todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo.
-¡Debes estar loco!, ¿Cómo
podrías llegar hasta aquel lugar? ¡Tú una simple oruga!. Una piedra será para
ti una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera
imposible de cruzar. Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus
diminutos pies no dejaron de moverse.
La oruga continuó su camino,
habiendo avanzado unos cuantos centímetros. Del mismo modo la araña, el topo,
la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo de desistir de su sueño. “¡No lo
lograrás jamás!”, le dijeron, pero en su interior había un impulso que lo
obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a
punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un
lugar donde dormir. “Estaré mejor”, fue lo último que dijo y murió. Todos los
animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más
loco del pueblo. Había construido su tumba como un monumento a la insensatez.
Ahí, estaba un duro refugio digno de uno que murió por querer realizar un sueño
imposible.
Una mañana en la que el sol
brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a
aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De
pronto, quedaron atónitos. Aquel capullo comenzó a quebrarse y con asombro
vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían
muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto fueron
saliendo las hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían
frente a ellos, una mariposa.
No hubo nada que decir,
todos sabían lo que haría, se iría volando hasta la gran montaña y realizaría
su sueño, el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el
que había vuelto a vivir.
María Elena Walsh es una de las mujeres más importantes de la
literatura Argentina. Destacada especialmente por sus canciones para niños,
también supo brillar como poetisa y escritora para todos los públicos. Creó personajes
conmovedores, como Manuelita la Tortuga, que inspiró la película “Manuelita”
(1999), dirigida por Manuel García Ferré. Sus temas fueron musicalizados por
personalidades como Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat, cuarteto Zupay, Jairo, entre otros, y trascendieron las
fronteras argentinas. María Elena Walsh nació en el barrio de Ramos Mejía, en
Buenos Aires, el 1º de febrero de 1930.
Su papá era un ferroviario inglés que tocaba el piano y
cantaba canciones de su tierra; su madre era una argentina descendiente de
andaluces y amante de la naturaleza.
Fue criada en un gran caserón, con patios, gallinero,
rosales, gatos, limoneros, naranjos y una higuera. En ese ambiente emanaba
mayor libertad respecto de la tradicional educación de clase media de la época.
Tímida y rebelde, leía mucho de adolescente y publicó su primer poema a los 15
años en la revista “El Hogar”. Poco después escribió en el diario “La Nación”.
Un año antes de finalizar sus estudios en la Escuela
Nacional de Bellas Artes publicó su primer libro (en 1947), “Otoño
imperdonable”, que recibió el segundo premio Municipal de Poesía y fue alabado
por la crítica y por los más importantes escritores hispanoamericanos. A partir
de allí su vida dio un vuelco: empezó a frecuentar círculos literarios y
universitarios y escribía ensayos. En el año 1949 viajó a Estados Unidos,
invitada por Juan Ramón Jiménez. En los años ’50 publicó “Baladas con Angel” y
se autoexilió en París, junto con Leda Valladares. Ambas formaron el dúo “Leda
y María”: actuaron en varias ciudades como intérpretes de música folclórica,
recibieron premios, el aplauso del público y grabaron el disco “Le Chant du
Monde”. Por esa época comenzó a escribir versos para niños. Sus canciones y
textos infantiles trascendieron lo didáctico y lo tradicional: generación tras
generación sus temas son cantados por miles de niños argentinos.
Realizó además recitales unipersonales para adultos. En 1962
estrenó en el Teatro San Martín “Canciones para mirar”, que luego grabó con
CBS. Al año siguiente estrenó “Doña Disparate y Bambuco”, representada muchas
temporadas en Argentina, América y Europa. En los años ‘60 publicó,entre otros,
los libros “El reino del revés”, "Cuentopos de Gulubú", “Hecho a
mano” y “Juguemos en el mundo”. En los ’70 volvió al país y en 1971 María Herminia Avellaneda la dirigió en
el filme “Juguemos en el Mundo”. También escribió guiones para televisión y los
libros “Tutú Maramba”, "Canciones para mirar", “Zoo Loco”, “Dailan
Kifki” y “Novios de Antaño”. En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la
Ciudad de Buenos Aires y, en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad
Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. En
1994 apareció la recopilación completa de sus canciones para niños y adultos y,
en 1997, “Manuelita ¿dónde vas?”.
María Elena Walsh es una verdadera artista de nuestros
tiempos, cuando recita y canta sus versos, pero también, cuando denuncia
subliminalmente diversas cuestiones sociales. Toda su rebeldía, su desencanto,
su oposición, su amor a la naturaleza y a los niños han quedado reflejados en
numerosos poemas, novelas, cuentos, canciones, ensayos y artículos
periodísticos. Fue una defendera de los derechos de la mujer, desde
una perspectiva personal y libre, no atada a ningún partidismo: “Decime cuántos
no verían con malos ojos que una mujer se niegue a la maternidad y diga ‘me
revienta ser madre y tener hijos’. En este sentido, creo que las mujeres
seguimos siendo poco perdonadas, y ahí es donde se nota que en nuestro país no
ha habido feminismo”.
Falleció el 10 de enero de 2011 en Buenos Aires, tras una larga enfermedad.
Efemérides Culturales Argentinas, Ministerio de Educación de
la Nación.
Escribio en toda su carrera más de 50 libros y 20 discos, algunas de sus obras seleccionadas
Para adultos:
Otoño imperdonable (1947)
Apenas viaje (1948)
Baladas con Ángel (1951)
Casi milagro (1958)
Hecho a mano (1965)
Juguemos en el mundo (1970)
Novios de antaño (1990)
Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes (1993)
Fantasmas en el parque (2008)
Clásicos de la literatura infantil
Doña Disparate
La mona Jacinta
La familia Polillal
Tutú Marambá
El reino del Revés
Zoo loco
Cuentopos de Gulubú
El diablo inglés
La sirena y el capitán
El país de la geometría
Chaucha y palito
Veo Veo
Bisa vuela
Una jirafa filarmónica
Un gato de la luna
La plapla
El paquete de Osofete
Martín Pescador y el delfín domador
Manuelita ¿Dónde vas?
Manuelita la tortuga
Osías el osito
El Mono Liso
El show del perro salchicha
La reina Batata
Para disfrutar, su antología de canciones populares:
Pequeña reflexión a partir del Evangelio de Marcos,
que siempre se pregunta ¿Quien es Jesús?,
y una de las contestaciones va a surgir en la boca
del centurión en el momento de su muerte. (Mc 15, 39)
-¿Quién es él que con sólo llamar, las personas lo siguen?
-Tal vez es alguien importante.
-No, nació entre los pobres, de ellos no
sale nada bueno.
-¿Quién es? Que habla de Dios como su
Padre
-¿Como se atreve a llamarlo así, acaso no
es un hombre como nosotros?
-¿Quién es este? Que enseña con autoridad,
tal vez sea un profeta.
-No, es el hijo de José, el carpintero, y una tal María.
-¿Quién es él, para perdonar los pecados?
-Como si fuese un santo.
-Sana enfermos, echa espíritus y hasta
la tempestad le obedece.
-¿Quién es? Tal vez sea un demonio.
-Dice que si destruyen el Templo Él lo
construirá en tres días.
-Es un loco, si fuese el Mesías no estaría
con pecadores y prostitutas.
-¿Quién es al que crucifican?
-Se llama Jesús, es un terrorista, peor
que un malhechor, estuvo contra nuestras instituciones, nuestro templo y
nuestro Dios . -Al verte allí en la cruz, al ver tu sufrimiento, lo que antes no pudieron tus palabras, tus milagros, lo pudo tu cruz. Ahora se quien esta allí, en la cruz,
es verdaderamente el Hijo de Dios.
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, nació en Coyoacán, México, 1907 y creó una
pintura absolutamente personal, ingenua y profundamente metafórica al mismo
tiempo, derivada de su exaltada sensibilidad y de varios acontecimientos que
marcaron su vida.
A los dieciocho años Frida Kahlo sufrió un grave accidente que la obligó a una larga convalecencia, durante la cual aprendió a
pintar, y que influyó con toda probabilidad en la formación del complejo mundo
psicológico que se refleja en sus obras. Contrajo matrimonio con el muralista
Diego Rivera, tuvo un aborto (1932) que afectó en lo más hondo su delicada
sensibilidad y le inspiró dos de sus obras más valoradas: Henry Ford Hospital y
Frida y el aborto, cuya compleja simbología se conoce por las explicaciones de
la propia pintora. También son muy apreciados sus autorretratos, así mismo de
compleja interpretación: Autorretrato con monos, Las dos Fridas.
Cuando André Breton conoció la obra de Frida Kahlo dijo que
era una surrealista espontánea y la invitó a exponer en Nueva York y París,
ciudad esta última en la que no tuvo una gran acogida. Nunca se sintió cerca
del surrealismo, y al final de sus días decidió que esa tendencia no se
correspondía con su creación artística.
En su búsqueda de las raíces estéticas de México, Frida
Kahlo realizó espléndidos retratos de niños y obras inspiradas en la
iconografía mexicana anterior a la conquista, pero son las telas que se centran
en ella misma y en su azarosa vida las que la han convertido en una figura
destacada de la pintura mexicana. Falleció en la misma ciudad que la vio nacer
en 1954.
"Pies para que te quiero, si tengo alas para volar"
A continuación algunas de sus pinturas:
Sus cuadros representan fundamentalmente su experiencia
personal: los aspectos dolorosos de su vida, que transcurrió en gran parte
postrada en una cama, son narrados a través de una imaginería gráfica. Expresa
la desintegración de su cuerpo y el terrible sufrimiento que padeció en obras
como La columna rota (1944), en la que aparece con un aparato ortopédico de
metal y con el cuerpo abierto mostrando una columna rota en lugar de la columna
vertebral. Su dolor ante la imposibilidad de tener hijos lo plasma en Hospital
Henry Ford (1932), en la que se ve a un bebé y varios objetos, como un hueso
pélvico y una máquina, diseminados alrededor de una cama de hospital donde yace
mientras sufre un aborto. Otras obras son: Unos cuantos piquetitos (1935), Las
dos Fridas (1939) y Sin esperanza (1945).
Nació el 17
de abril de 1919 en San Joaquín de Flores, Costa Rica; nacionalizada mexicana.
Hija de Herminia Lizano y Francisco Vargas.
Dio sus
primeros pasos en la canción en Costa Rica país donde creció. Partió a los 14
años sola y se identificó con el México de los años 50. Huía de los rumores en
un pueblo que no entendía que una mujer usara pantalones y de un país que no
supo, según ella, valorar su talento.
En México
desempeñó varios oficios "Vivía en una azotea de un edificio, bañándome en
el baño de las criadas, vendía cositas y cantaba. Una señora me prestó un coche
y pusimos una agencia de criadas, y yo, en el cochecito, llevaba a las
muchachas a las casas y ganaba dos pesos por cada una", hasta que apareció
la oportunidad que le hizo tropezar con la fama: el tema Macorina, una canción
de rebeldía del siglo XVII que ella interpretó con sus propios arreglos.
Chavela Vargas sorprendió por su actitud desafiante y su apuesta radical, no
sólo fue su apariencia la que se saltaba las reglas establecidas, sino que
musicalmente prescindió del mariachi, con lo que eliminó de las rancheras su
carácter de fiesta y mostró al desnudo su profunda desolación.
Eran épocas
en las que paseaba con Agustín Lara, es musa y amiga de Juan Rulfo, vivía con
los pintores Diego Rivera y Frida Kahlo y cenaba grandes dosis de tequila.
Llegaron los discos y melodías como La Llorona, Somos, Luz de luna o Canción de
las simples cosas. Con el tiempo, la artista estuvo durante 12 años alejada de
la canción, de los escenarios y casi de la vida, por culpa del alcoholismo.
Mientras que su vida en México era desastrosa. "Estrenaba un coche el
viernes y el lunes ya no tenía nada, me emborrachaba y me iba a cantar por las
calles. Yo tomaba tequila, todo me lo tomé, por eso no quedó nada allá".
La mexicana graba más de 40 discos -entre propios y ajenos, para los que prestó
la gravedad de su voz- y protagonizó casi mil conciertos.
En su
regreso dijo: "Salí de los infiernos, pero lo hice cantando". Una
leyenda habla de disparos de pistolas, de chicas secuestradas en su caballo
blanco, brioso, por el paseo de Insurgentes. "Eso no hay que creérselo,
monto a caballo, amo los caballos, pero el de mi leyenda era en realidad un
Alfa Romeo blanco, y nunca secuestré a nadie. Yo he tenido que luchar para ser
yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mi es un orgullo. Llevar el
nombre de lesbiana. No lo voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo
niego". La fragilidad de su estampa, chiquita, delgada, ajetreada. Por su
arrugada figura de no más de 53 kilos dejaron su huella los 40 mil litros de alcohol,
que, según un cálculo de su hermano, ella bebió a lo largo de 78 años. "Un
día, estábamos de viaje por Acapulco y a él se le dio por sacar la cuenta de lo
que había tomado, por pelos y señales. Y lo cierto es que el número, aunque
elevado, no me asustó. Todo tiene un para qué en la vida. Y por algo habrá
sido, y yo sé que por algo fue, pero me lo reservo."
Chavela
Vargas volvió a cantar a principios de los noventa. Manolo Arroyo la
redescubrió en El Hábito, en Coyoacán, donde cantaba, y la llevó a España. A
partir de ahí, el éxito. El director español Pedro Almodóvar le dio la
bienvenida y le ofreció participar en su producción La flor de mi secreto. A
partir de ese momento, los títulos y reconocimientos mundiales dan alegría y fe
a su trayectoria musical. Fue intérprete de cabecera para Joaquín Sabina. Una
calle de Burgos (España) lleva su nombre y ha recibido también en el mismo país
el título de "mujer excelentísima". Para Chavela, España es: "Un
país que me hizo su amiga en los años 80, abriéndome sus brazos y su
juventud". Almodóvar, besó el suelo del escenario del Pabellón de Deportes
del Real Madrid y pidió silencio a la audiencia antes de entregar a Vargas el
Premio Latino de Honor. El Consejo de Ministros español le concedió la Gran
Cruz de Isabel la católica en el año 2000.
Conocida en
México como "la Vargas". Ha actuado en escenarios
como el Olimpia de París, el Carnegie Hall y el Palacio de Bellas Artes de
México. La cantante mexicana se despidió en octubre de 2006 de los escenarios
con un concierto homenaje en Ciudad de México, tras cumplir medio siglo de
carrera artística por miedo a perder su voz "No quiero que me vayan a ver
solamente por ser una viejita simpática", aunque siguió colaborando en
grabaciones junto a otros artistas como Miguel Bosé, Joaquín Sabina, Ana Belén
y Armando Manzanero.
Frida esparcía ternura como flores,
sí, como flores. Una gran ternura, una ternura infinita
En 2004,
presentó el disco En Carnegie Hall. Durante 2009, con motivo de su 90
aniversario, el Gobierno de la Ciudad de México le rindió un homenaje
nombrándola ciudadana distinguida. En diciembre de 2009, en coautoría con María
Cortina, se presenta el libro Mis verdades, que narra a modo de entrevista, los
acontecimientos más trascendentes de su vida.
Chavela
Vargas falleció en Cuernavaca, Morelos, México, 5 de agosto de 2012.