jueves, 24 de abril de 2014

¿Donde estás, te busco?

( Reflexión hecha a partir de Jn. 20,11-18)

La tristeza invade mi alma,
las lagrimas corren en mis mejillas.
No sé dónde estás.
¿Dónde han puesto
el cuerpo de mi Señor?
Sólo encontré una tumba vacía, 
y así también me siento yo,
parte de mí se murió
el día que lo mataron, 
sólo quiero despedirme. 
Dime cuidador
dónde lo pusiste,
y yo lo buscaré.
Pero tus palabras
me despertaron
me mostraron la realidad,
tu dulce rostro
y la ternura de tu voz 
me recordaron el día 
que me liberaste, 
desde ese día te seguí, 
en tu boca mi nombre 
parece fiesta, ánimo y dignidad. 
Ahora sé que estás vivo para siempre.
Raboni, maestro mío,
quiero que siempre
estés a mi lado.
Pero tú me confías una tarea, 
y desde ahora yo anunciaré
lo que he visto y oído.
Y nadie me callará 
porque no todo está perdido
porque sé que tú estás vivo.
Simplemente Carmen




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Doce años

  Han pasado doce años, tuvimos tres gatos, dos hijos por un rato, una casa que no es nuestra, una perra petizona tres bicicletas y ...